La escena que narra san Marcos, en el capítulo 12 de su evangelio, es ilustrativa. Un escriba pregunta a Jesús cuál es el primer mandamiento. La respuesta es conocida: "Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con todas tus fuerzas" y "a tu prójimo como a ti mismo".
La multitud de preceptos de la Ley del Antiguo Testamento, hacía difícil distinguir el más importante, aunque estaba escrito con claridad más de una vez.