A estas alturas del mes de noviembre, nos encontramos cerca del final del Año Litúrgico. Todos los evangelistas narran, de alguna manera, las referencias que Jesús hizo al final de los tiempos. San Marcos avisa de una "gran angustia"; eco de las palabras del profeta Daniel: "Serán tiempos difíciles como no los ha habido desde que hubo hombres".
Indudablemente, tales últimos días serán dramáticos, en el sentido original de la palabra: en ellos se desvelarán los pensamientos más secretos de todos los hombres, que serán juzgados por sus obras.
Indudablemente, tales últimos días serán dramáticos, en el sentido original de la palabra: en ellos se desvelarán los pensamientos más secretos de todos los hombres, que serán juzgados por sus obras.