“Un evento histórico, que ha marcado una nueva e importante fase en la larga y compleja acción de las relaciones entre los pueblos y la Santa Sede”. De este modo Benedicto XVI definió su viaje al Reino Unido, en el balance trazado durante el curso de la catequesis de la audiencia general, llevada a cabo esta mañana en la plaza de San Pedro frente a aproximadamente 10 mil peregrinos.
Benedicto XVI: “Este viaje apostólico confirmó en mí una profunda convicción: las naciones antiguas de Europa tienen un alma cristiana, que constituye un todo con carácter, y la historia de los respectivos pueblos y la Iglesia no cesa de trabajar para mantener continuamente ésta tradición espiritual y cultural".
Al recordar todos los momentos de su viaje de cuatro días, el Papa se detuvo en el encuentro que tuvo lugar en el parlamento británico con los representantes de toda la sociedad, en donde subrayó “que la religión para los legisladores no debe representar un problema a resolver” sino un factor que contribuye de modo vital en el camino histórico y el debate público de la nación. Respecto al cardenal Newman, beatificado el domingo en Birmingham, Benedicto XVI recordó el testimonio según el cual el camino de la conciencia no es encerramiento del propio “yo”, sino la apertura, conversión y obediencia a Aquél que es el Camino, la Verdad y la Vida.
