Primer encuentro preparatorio de cara a la Jornada Mundial de la Juventud
No son famosos ni aparecen en la primera página de los periódicos. Tampoco se codean con la jet set ni están en la parrilla televisiva, pero los alrededor de 500 jóvenes que se reunieron recientemente en Madrid al lado de María Emmaus Voce, presidenta de los focolares, acaban de comenzar una revolución positiva. La convivencia se ha convertido en la primera parada de la carrera hacia la meta, la Jornada Mundial de la Juventud de Madrid. “Habéis empezado algo grande –les dijo María Emmaus– id adelante, sin miedo. El mundo es vuestro”.
Positive Revolution, que así se llamó el encuentro, fue organizado por y para los jóvenes. Hubo coloquios, deportes, conciertos y ¡talleres! 18 en total y de muy diversa temática: bioética, actitudes ante el valor de la vida, voluntariado, moda, redes sociales… La sonrisa de los participantes demostró el impacto positivo que el evento tuvo en ellos. De fondo, una sugerente propuesta: “Nunca es pequeño lo que se hace por amor”.
Una gran experiencia
Ha supuesto un antes y un después en muchos, al igual que lo hará la JMJ de Madrid:
“¡Quisiera transmitir a los jóvenes la belleza y la alegría de vivir por grandes ideales! ¡Quisiera hacerles descubrir lo maravilloso que es apuntar alto y ser santos: solo así alcanzarán la verdadera felicidad y realizarán todas sus aspiraciones!”, les decía Maria Voce. Los jóvenes no permanecieron indiferentes: “Estoy muy contenta pensando que ya somos muchos los que vivimos así”. “Ha sido una experiencia nueva y además, bastante diferente de todas las que había participado” declaraban algunos.
La tarde continuó en el auditorio compartiendo lo vivido en los talleres. De fondo, María Voce, como una joven más, hablaba con todos ellos. Hubo quien se atrevió a compartir sus luchas personales delante de todos. Triunfos y derrotas en las amistades, las salidas nocturnas, el estudio y el futuro profesional… los ejemplos sirvieron de referente a quienes escuchaban.
Una joven fuera de lo común
Al final, como colofón, se celebró un concierto que sirvió de marco a la vida de la joven Chiara Luce Badano, beatificada recientemente. Esta italiana, mostró a todos un ejemplo extraordinario en el último tramo de su vida cuando se le diagnosticó un tumor grave y doloroso. No perdió la sonrisa ni dejaba de animar a todos los que iban a visitarla al hospital con la intención de consolarla. Ahora se ha convertido en un modelo a seguir.
El movimiento de los focolares fue fundado por Chiara Lubich y aprobado por la Iglesia Católica con el nombre de Obra de María. Se les conoce como los focolare palabra que viene de fuego de hogar. Su carisma es la unidad y su objetivo, contribuir a componer en fraternidad a la familia humana mediante los diálogos: interreligioso, ecuménico dentro de la misma Iglesia y en los distintos ámbitos de la cultura contemporánea.
Fuente: JMJ 2011.
