Carta Pastoral en la festividad de la Virgen del Carmen. Julio 2011
“Cultivar y transmitir la fe dentro de la familia marinera”
Queridos diocesanos:
Con motivo de la celebración de las fiestas de la Virgen del Carmen, me alegra comunicarme con la familia diocesana formada por las gentes del mar, para felicitaros cordialmente en la festividad de vuestra Patrona y unirme a vuestros sentimientos religiosos y espirituales.
Devoción y oración
El afecto filial y la devoción a la Virgen María le dan otro colorido a estos días. Hombres y mujeres, niños y jóvenes de los pueblos marineros sienten esta fiesta como algo que forma parte de su propia identidad. Ya en los días anteriores, al atardecer, la comunidad cristiana se reúne en la iglesia, a rezar a la Madre en la novena a ella dedicada. Es el fruto de la devoción a la Virgen del Carmen. Con la oración del Padrenuestro y las palabras del ángel Gabriel y de
la salutación de Isabel a María se expresan los mejores sentimientos de acción de gracias y de súplica.
“Dios te salve, María…”. Quienes se reúnen en torno a María, en sus mentes contemplan el propio misterio. Rezan y en el fondo de su corazón se motiva el propósito de la conversión: de ser mejores, de cambiar lo que va mal en sus vidas. “Santa María, Madre de Dios…”: Esta maternidad evoca la condición de María como madre nuestra. El evangelio se hace familiar y entrañable: “¡He ahí a tu hijo… he ahí a tu madre…!”. El Papa Benedicto XVI expresa bellamente esta realidad cuando, recién estrenado su pontificado, decía: “Dios ha vencido. El amor ha vencido. Ha vencido la vida... María fue elevada al cielo en cuerpo y alma: en Dios también hay lugar para el cuerpo. El cielo no es para nosotros una esfera muy lejana y desconocida. En el cielo tenemos una Madre. El cielo está abierto, el cielo tiene un corazón”. La Madre, que nos dio Jesús, siempre está en comunicación con sus hijos, intercede y vela por nosotros.
Estos sentimientos se van desgranando en el rezo del Santo Rosario, una de las devociones que hemos aprendido de niños en nuestras casas junto a nuestras madres. Con el Rosario, “el pueblo cristiano aprende de María a contemplar la belleza del rostro de Cristo y a experimentar la profundidad de su amor. Mediante el Rosario el creyente obtiene abundantes gracias, como recibiéndolas de las mismas manos de la Madre del Redentor”. El Beato Juan Pablo II, abriendo su alma, se expresaba así: “el Rosario es mi oración predilecta. Plegaria maravillosa, maravillosa en su sencillez y en su profundidad… Cuántas gracias he recibido de la Santísima Virgen a través del Rosario en estos años…”.
“Cultivar y transmitir la fe dentro de la familia marinera”
El lema de la fiesta del Carmen de este año es “cultivar y transmitir la fe dentro de la familia marinera”. Es evidente que las familias marineras han jugado un papel importante en la religiosidad y cultura de Galicia. Son portadoras de grandes valores; entre ellos, la laboriosidad, la generosidad y el sentido de unidad y de amor a la familia. Es necesario revitalizar la fe y transmitirla en medio de una cultura social que olvida o niega la dimensión trascendente de la persona y su salvación en orden a una vida sobrenatural con Dios, nuestro Creador y Padre. Mirar al Evangelio es encontrarnos con el espejo que refleja los verdaderos valores y virtudes que dan sentido a una vida plena y feliz. Transmitir la fe no es a veces tarea fácil ni cómoda. Pero como nos recordaba constantemente el Beato Juan Pablo II y nos lo repite Benedicto XVI, no debemos tener miedo. “La familia al igual que la Iglesia, debe ser un espacio donde el Evangelio es trasmitido y desde donde éste se irradie… Los padres, no sólo comunican a sus hijos el Evangelio, sino que pueden a su vez recibir de ellos el Evangelio profundamente vivido. Una familia así se hace evangelizadora de otras muchas familia y del ambiente en que ella vive”. Los padres sois los primeros educadores de vuestros hijos y debéis saber bien en manos de quién los ponéis para completar su formación. Exigid vuestros
derechos en la educación de vuestros hijos. La fe es la brújula que nos marca el norte de nuestra existencia y ayuda a sortear los obstáculos y los peligros, y a adentrarnos en una vida orientada por la esperanza cristiana y realizada en la caridad.
Queridas gentes del mar, sabemos de las dificultades que conlleva vuestro trabajo. En este sentido expreso mi solidaridad fraterna y cristiana con las familias de los marineros José Enrique Carril Rojo y Santiago Manuel Varela Veiga, muertos en el naufragio del barco de cerco “Nuevo Luz”, con base en Malpica, el pasado 27 de mayo. Pido a la Virgen del Carmen que los haya acogido bajo su manto y que consuele en la esperanza a sus familiares.
Termino con estas palabras del Papa Benedicto XVI: “María, estrella de la esperanza. La Iglesia saluda a María, la Madre de Dios, como “estrella del mar”. La vida humana es un camino ¿hacia qué meta? ¿Cómo encontramos el rumbo? La vida es como un viaje por el mar de la historia, a menudo oscuro y tenebroso, un viaje en el que escudriñamos los astros, que nos indican la ruta… ¿Y quién mejor que María podría ser para nosotros estrella de esperanza?
“Estrella del mar”, ruega por nosotros.
Os saluda con afecto y bendice en el Señor,
+ Julián Barrio Barrio,
Arzobispo de Santiago de Compostela
Fuente: Pastoral Santiago.
