Domingo XXIII del Tiempo Ordinario (04/09/2011)


MONICIÓN DE ENTRADA

Sed todos bienvenidos a la Eucaristía. Y todavía está muy cerca de nosotros la JMJ, la amplia catequesis del Papa en Madrid. En fin… este primer domingo de septiembre ya muchos habrán vuelto de sus vacaciones y otros acabarán de llegar a sus lugares de descanso. Es verano todavía. Aunque en el hemisferio austral es pleno invierno. Pero estemos donde estemos, sabemos que la compañía de los hermanos y hermanas nos ayuda a sentirnos unidos y en comunión con la mesa del Pan y de la Palabra siempre. Un domingo más nuestra asamblea demuestra que somos un pueblo unido en torno a dos grandes ideas: el amor a Dios y al prójimo. Así descubriremos que el mensaje fundamental de la Escritura en este Domingo 23 del Tiempo Ordinario: que trabajemos con alegría para la salvación de todos los hombres y mujeres de la tierra. Recibamos, pues, con alegría al sacerdote que nos mostrará, por la gracia del Espíritu Santo, la presencia del Cuerpo y la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo ante nuestros ojos.

1ª LECTURA: LECTURA DE LA PROFECÍA DE EZEQUIEL 33, 7-9

Así dice el Señor:

--A ti, hijo de Adán, te he puesto de atalaya en la casa de Israel; cuando escuches palabra de mi boca, les darás la alarma de mi parte. Si yo digo al malvado: "Malvado, eres reo de muerte", y tú no hablas, poniendo en guardia al malvado para que cambie de conducta, el malvado morirá por su culpa, pero a ti te pediré cuenta de su sangre. Pero si tú pones en guardia al malvado para que cambie de conducta, si no cambia de conducta, él morirá por su culpa, pero tú has salvado la vida.

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL. SALMO 94

R.- OJALÁ ESCUCHÉIS HOY LA VOZ DEL SEÑOR: "NO ENDUREZCÁIS VUESTRO CORAZÓN"

Venid, aclamemos al Señor, 
demos vítores a la Roca que nos salva; 
entremos a su presencia dándole gracias, 
aclamándolo con cantos. R.- 

Entrad, postrémonos por tierra, 
bendiciendo al Señor, creador nuestro. 
Porque él es nuestro Dios, 
y nosotros su pueblo, el rebaño que él guía. R.-

Ojalá escuchéis hoy su voz: 
"No endurezcáis el corazón como en Meribá, 
como el día de Masá en el desierto; 
cuando vuestros padres me pusieron a prueba 
y me tentaron, aunque habían visto mis obras." R.-

2ª LECTURA: LECTURA DE LA CARTA DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS ROMANOS 13, 8-10

Hermanos:

A nadie le debáis nada, más que amor; porque el que ama a su prójimo tiene cumplido el resto de la ley. De hecho, el "no cometerás adulterio, no matarás, no robarás, no envidiarás" y los demás mandamientos que haya, se resumen en esta frase: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo". Uno que ama a su prójimo no le hace daño; por eso amar es cumplir la ley entera.

Palabra de Dios.


ALELUYA 2 Cor 5, 19

Dios estaba en Cristo, reconciliando al mundo consigo, y a nosotros nos ha confiado la palabra de la reconciliación.

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO 18, 15-20

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

--Si tu hermano peca, repréndelo a solas entre los dos. Si te hace caso, has salvado a tu hermano. Si no te hace caso, llama a otro o a otros dos, para que todo el asunto quede confirmado por boca de dos o tres testigos. Si no les hace caso, díselo a la comunidad, y si no hace caso ni siquiera a la comunidad, considéralo como un gentil o un publicano. Os aseguro que todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo. Os aseguro, además, que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, se lo dará mi Padre del cielo. Porque donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.

Palabra del Señor.

Comentario al Evangelio del Domingo.

Todos, en muchos aspectos, tenemos un ideal. Todos, en algún momento de nuestra vida, hemos anhelado llegar a metas altas. Todos, en algún instante, hemos intentado buscar la perfección y escapar de la mediocridad o de las cosas dejadas a medias.

1.- Y, en todo ello; en los ideales, metas y búsqueda de la perfección, nos hemos dado cuenta que no siempre hemos estado a la altura y que, para llegar hasta el final, hemos tenido que corregir aquello que no era bueno para lograr nuestros propósitos. ¿O no?

-¿Sirve de algo iniciar un viaje sabiendo que, en el bolsillo, no tenemos lo suficiente para hacer frente a los gastos?

- ¿Es bueno, para nosotros y para los que nos rodean, encerrarnos en nuestros defectos y presumir de lo que sabemos son en el fondo errores?

- ¿Por qué, con frecuencia, pensamos que la conversión o el cambio lo tienen que realizar los demás y no en nuestra vida?

2.- Jesús, en el evangelio de este domingo, nos ofrece unas pistas que son muy dignas de ser tenidas en cuenta:

Primero: la corrección fraterna no significa el modelar las personas a nuestro antojo. Cuántas veces nos creemos con derecho a apuntar las debilidades de los demás y a ocultar las nuestras. El Señor nos indica el camino y el sentido auténtico de la corrección fraterna: buscar que nuestros hermanos estén en comunión con Dios.

Segundo: nuestro objetivo, como cristianos, no es juzgar ni pregonar desde la azotea de nuestras palabras, posición o privilegios, las actitudes o vida de los demás. Nuestra oración, nuestra misión o nuestro reto debe ser precisamente el que los demás encuentren la verdad de Dios.

Tercero: aquello de “a mí plin” no es bueno ni característico de una vida cristiana. Los problemas de los demás, aunque nos parezca una intromisión, deben de ser también los nuestros. No podemos vivir indiferentes al sufrimiento de los que nos rodean. Ser cristiano es compartir la alegría y la tristeza, el gozo y el llanto, el éxito y el fracaso con todos.

3.- Cuesta, y mucho, corregir y ser corregido. Corregir; porque siempre hay riesgo de perder amigos y de ser subjetivo o dejarnos seducir o condicionar por nuestras ideas, ideologías o preferencias. Cuesta, y mucho, ser corregido; entre otras cosas porque el nivel de nuestra fe no siempre está suficiente cultivado como para afrontar o acoger una dinámica de este tipo.

Sólo, desde la lectura de la Palabra de Dios, desde el amor a Cristo, desde el deseo de encontrarnos con El es cuando, la corrección fraterna, es entendida como un camino que nos abre las puertas hacia el encuentro personal y auténtico con Jesús y a una mejora en nuestra relación con los demás.

Vivimos en una sociedad donde, los defectos y los fallos de la Iglesia, son aireados no como llamada al cambio o la reflexión sino como destrucción. También, a nuestro alrededor, con nuestra forma de enjuiciar situaciones y personas, podemos caer en la misma tentación: querer someter todo aquello que no nos agrada. Y eso, amigos, no es corrección amigable, fraterna o cristiana, sino todo lo contrario: aniquilación del adversario.

4.- Pidamos, desde la fuerza que nos da la oración, que seamos capaces de discernir nuestra propia vida, de fomentar comunidades cristianas más auténticas y de que, nuestra maduración en la fe vaya creciendo de tal manera, que gustemos y acojamos la corrección como un camino hacia la perfección humana, comunitaria y personal.

HAZLO CON AMOR

Si  tengo defectos y dificultan mi camino
ayúdame  a superarlos….pero con amor
Si  avanzo en la dirección equivocada
indícame  el camino verdadero….pero con amor
Si  hay algo que de mí no te gusta y te hiere
házmelo  saber….pero con amor
Si  mi vida se dispara hacia un túnel sin salida
adviértemelo….pero  con amor
Si  soy egoísta o vanidoso
si  la envidia no me deja ser feliz
si  tengo mil vicios o caídas
dímelo….pero  con amor
Si  no soy como no tengo que ser,
no  pretendas que sea como tú,
pero  si tú vives en la verdad y yo en la mentira
dime  cómo se sale de ella….pero con amor
Si  me falta corazón y caridad
reza  por mí…..pero hazlo con amor
Si  estoy mal conmigo mismo y con los demás
si  me encuentro agarrotado por la soberbia
si  hace tiempo que perdí el norte de mi existir
mírame  a los ojos….pero hazlo con amor
Si  pensamos de forma diferente
si  crees que podemos caminar juntos
si  todavía confías en mí
lo  intentemos de nuevo…..pero con amor
Pero  una cosa te digo:
Si  piensas que, sólo soy yo, el que fallo
si  crees que, soy sólo yo, el falto de caridad
Si  crees que tú eres el santo, el bueno y el sabio
no  me digas entonces nada…
Porque  es cuando me daré cuenta
que  tú tampoco dejas actuar a Dios.
Dime  lo que quieras…
pero  eso sí…hazlo con amor
Amén

Javier Leoz

Enlaces Parroquiales

Parroquia San Gines de Padriñan. Comunidad Parroquial.

"TRANSFORMANDO EL MUNDO HACIENDO IGLESIA"