El Cabildo de la Catedral de Santiago de Compostela desea expresar públicamente que la desaparición del Códice Calixtino fue un infortunado y desgraciado suceso.
La investigación, desde el primer momento, se encuentra en manos de la policía. El Cabildo tiene confianza plena en la investigación de la policía, la cual se ha mostrado muy solícita con el caso durante estos tres meses.
Ya desde entonces, el Cabildo, antes de pronunciarse, se ha mantenido, con prudencia, a la espera de resultados veraces y concluyentes.
No así algunos medios de comunicación, que se han pronunciado repetidamente en torno al tema, con argumentos que oscilan entre gratuitos e injustificablemente hirientes. Algunos de ellos han puesto en entredicho la honorabilidad de los propios canónigos. El Cabildo observa y manifiesta su estupor e indignación ante la proliferación de especulaciones sin base ni fundamento.
El Cabildo de la Catedral no tiene ninguna prueba ni indicio que pudiera relacionar con la desaparición del manuscrito a ningún miembro del clero de la Basílica.
Este Cabildo reeligió a Don José María Díaz, archivero por oposición en la seo compostelana desde 1979, como su deán-presidente el 5 de octubre 2010, por mayoría absoluta. Su mandato finalizará definitivamente en 2014, ya que los nuevos Estatutos del Cabildo, órgano rector de la iglesia metropolitana, limitan a dos mandatos de cuatro años la permanencia en el cargo.
El Cabildo de la Catedral viene realizando en los últimos años, de forma cohesionada, un enorme esfuerzo por proteger y revitalizar el monumento y su rico patrimonio con sentido riguroso, profesional y sostenible, en sintonía y cooperación con las Administraciones Públicas.
El Plan Director de la Catedral, que se exhibe profusamente documentado en el Pazo de Xelmírez, es el resultado y la evidencia del compromiso activo de este Cabildo y de la significativa colaboración institucional.
El Plan Director de la Catedral –diagnóstico exhaustivo del edificio, hoja de ruta en su restauración progresiva y ordenada y marco de regulación de sus diferentes usos– incluye las directrices fundamentales que garanticen la mayor seguridad posible.
El Cabildo de la Catedral mantiene viva la esperanza de que el Códice Calixtino se pueda recuperar sin daño, y continúa trabajando sin desmayo para que nuestra basílica apostólica y universal resplandezca como nunca y siga siendo fuente de riqueza espiritual y de acogida de peregrinos durante muchos siglos.
Fuente: Pastoral Santiago.
