Domingo XXX del Tiempo Ordinario, DOMINGO DEL DOMUND (23/10/2011).

23 de octubre Domund 2011: "Así os envío yo".

Monición de entrada
La liturgia es siempre una llamada «desde el mundo» y un nuevo envío «al mundo» para dar testimonio de lo que se ha experimentado: el poder salvífico de la Palabra de Dios, el poder salvífico del Misterio pascual de Cristo”, dice el Papa en su Mensaje para la Jornada Mundial de las Misiones, el Domund, que hoy celebramos. Ahora que como comunidad cristiana nos hemos congregado para escuchar la Palabra de Dios y celebrar la eucaristía, es importante tomar conciencia de que la experiencia de la presencia de Cristo entre nosotros y su acción salvífica es un tesoro que recibimos para nosotros y todos nuestros hermanos en el mundo, y nos hace corresponsables de la misión. El objetivo del Domund es precisamente renovar cada año nuestro compromiso con la misión universal de la Iglesia y con los misioneros. Pidámosle al Señor en esta celebración que su amor penetre de tal manera en nosotros que nos dé una visión y un corazón universales y abiertos a todos nuestros hermanos.

Acto penitencial
Dios es amor y está siempre dispuesto al perdón; por eso invocamos su misericordia en nombre de su Hijo Jesucristo:
  • Tú, que has sido enviado por el Padre para revelar su amor. Señor, ten piedad.
  • Tú, que nos has amado hasta el extremo. Cristo, ten piedad.
  • Tú, que nos envías para ser testigos del amor. Señor, ten piedad.

Monición a las lecturas
Las lecturas de la liturgia eucarística de este domingo centran nuestra atención en el amor a Dios y al prójimo.
La primera lectura ya nos habla de la necesidad de estar atentos para ayudar a los más necesitados –representados en el lenguaje bíblico por las viudas y los huérfanos–, como la principal manera de estar en comunión con Dios. La segunda resalta cómo la conversión de los cristianos de Macedonia se reflejó en la afectuosa acogida que tributaron a san Pablo. La enseñanza de Jesús en el Evangelio es directa: el amor a Dios y al prójimo van indisolublemente unidos. Que la escucha de la Palabra de Dios en esta Jornada Mundial de las Misiones nos abra al misterio del amor de Dios y disponga nuestro corazón para que nuestro amor se extienda a todos los hombres.

1ª LECTURA DEL LIBRO DEL ÉXODO 22, 20-26

Así dice el Señor:

- No oprimirás ni vejarás al forastero, porque forasteros fuisteis vosotros en Egipto. No explotarás a viudas ni a huérfanos, porque, si los explotas y ellos gritan a mí, yo los escucharé. Se encenderá mi ira y os haré morir a espada, dejando a vuestras mujeres viudas y a vuestros hijos huérfanos. Si prestas dinero a uno de mi pueblo, a un pobre que habita contigo, no serás con él un usurero, cargándole intereses. Si tomas en prenda el manto de tu prójimo, se lo devolverás antes de ponerse el sol, porque no tiene otro vestido para cubrir su cuerpo, ¿y dónde, si no, se va a acostar? Si grita a mí, yo lo escucharé, porque yo soy compasivo.

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL, SALMO 17

R.- YO TE AMO, SEÑOR; TÚ ERES MI FORTALEZA.

Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza, 
Señor, mi roca, mi alcázar, mi libertador. R.-

Dios mío, peña mía, refugio mío, escudo mío, 
mi fuerza salvadora, mi baluarte. 
Invoco al Señor de mi alabanza
y quedo libre de mis enemigos. R.-

Viva el Señor, bendita sea mi Roca, 
sea ensalzado mi Dios y Salvador. 
Tú diste gran victoria a tu rey, 
tuviste misericordia de tu Ungido. R.-

2ª LECTURA DE LA PRIMERA CARTA DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS TESALONICENSES 1, 5c-10

Hermanos:

Sabéis cuál fue nuestra actuación entre vosotros para vuestro bien. Y vosotros seguisteis nuestro ejemplo y el del Señor, acogiendo la palabra entre tanta lucha con la alegría del Espíritu Santo. Así llegasteis a ser un modelo para todos los creyentes de Macedonia y de Acaya. Desde vuestra comunidad, la palabra del Señor ha resonado no sólo en Macedonia y en Acaya, sino en todas partes. Vuestra fe en Dios había corrido de boca en boca, de modo que nosotros no teníamos necesidad de explicar nada, ya que ellos mismos cuentan los detalles de la visita que os hicimos: cómo, abandonando los ídolos, os volvisteis a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero, y vivir aguardando la vuelta de su Hijo Jesús desde el cielo, a quien ha resucitado de entre los muertos y que nos libra del castigo futuro.

Palabra de Dios.

ALELUYA Jn 14, 23

El que me ama guardará mi palabra --dice el Señor--, y mi Padre lo amará, y vendremos a él.

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO 22, 34-40

En aquel tiempo, los fariseos, al oír que Jesús habla hecho callar a los saduceos, formaron grupo, y uno de ellos, que era experto en la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba:

- Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?

Él le dijo:

-“Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser." Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo." Estos dos mandamientos sostienen la Ley entera y los profetas.

Palabra del Señor


Comentario al Evangelio del Domingo.

En la búsqueda de Dios, los cristianos hemos encontrado una persona concreta y viva: el mismísimo Hijo único de Dios, el Señor Jesucristo. Es difícil guardar sólo para sí mismo esta verdad tan radical para la humanidad. Es, por eso, que el anuncio misionero no es sólo un objetivo a cumplir o algo para los países donde la Iglesia tiene aún pocos años de vida o historia, por lo menos si los comparamos con Europa. La misión, que corre de boca en boca (2ª lectura), el secreto a voces, es el misterio eterno de Dios revelado, dado a conocer, con un solo origen, cauce y finalidad: el del amor divino de Dios vivo y verdadero, dice san Pablo a los tesalonicenses.

MERCADOS DEL AMOR

Hay muchos mercados del amor. En nombre del amor hay también esclavitud, negociantes y usureros, que corrompen el amor y dan paso a la injusticia, el sufrimiento, el abuso (1ª lectura). Pero aun hay algo más preocupante: hay personas que han dejado de creer, o incluso dicen que no existe o no necesitan un verdadero amor. En este olvido, confusión o manipulación del amor, la pregunta dirigida a Jesús en el Evangelio está tremendamente presente en nuestra vida actual: ¿Cuál es el mandamiento principal de la Ley? Es decir, ¿cuál es el camino para ser felices? ¿Cómo vivir en paz, sabiendo que estamos en lo correcto? ¿Cuál es la voluntad de Dios? Hemos de ver este domingo los ojos de Jesús, que mirando fijamente a los nuestros nos habla de la fuente del amor, del camino para vivirlo y de su máxima plenitud: Dios. Nadie puede amar a Dios a quien no ve, si no ama a su hermano al que ve. No existe el amor de manuales, no existe el amor sin verdad, sin libertad, sin paz. La frágil pureza del amor es lo que hace que los seres humanos lo deseemos tanto.

No existe el amor sin la persona que es amada, que ama y que da su vida amando. Nadie tiene amor más grande que aquel que da su vida. Por eso, en Jesucristo el Padre nos ha tenido amor, para llamarnos Hijos suyos. Un corazón de hijos y hermanos, que tiene que palpitar y acelerarse cuando aparece delante de nosotros el Señor, en los Sacramentos, en los hermanos y dice: Yo me entrego por vosotros. Cada vez que amamos lo hacemos en memoria suya. Es el sacramento de la caridad, como nos ha escrito en Sacramentum Caritatis, Benedicto XVI: cumplir la ley entera es reconocer con alegría que el Señor se queda entre nosotros, como compañero fiel de camino, y que el Señor nos envía. Hemos sido creados testigos, misioneros de este misterio de amor.
José Luis Bellón, sacerdote


Oración de los fieles
Dios nos ama y sabe lo que necesitamos; por eso abrimos con confianza nuestro corazón a la oración diciendo:
  • R./ Padre nuestro, escúchanos.
  • Por el Papa, para que fomente en toda la Iglesia la conciencia del amor universal y de la responsabilidad  por la evangelización de todos los pueblos. Oremos.
  • Por los obispos, sacerdotes y todos los agentes de pastoral, para que cuiden siempre la formación misionera de todo el pueblo de Dios de modo que se sienta enviado a la misión. Oremos.
  • Por los misioneros y misioneras esparcidos por todo el mundo, para que el amor a Dios y al prójimo sea siempre la fuerza y el único criterio de todas sus actividades. Oremos.
  • Por las personas que sufren en su cuerpo o en su espíritu, para que el amor de Dios y la cercanía de los demás les llenen de esperanza. Oremos.
  • Por todas las comunidades cristianas, para que sean generosas en su cooperación misionera universal, tanto en la espiritual y en la económica, como en la vocacional. Oremos.
  • Por nosotros, para que la escucha de la Palabra y la celebración de la eucaristía nos impulsen a amar y nos lleven a dar cumplimiento al envío del Señor a sus discípulos. Oremos.
  • Recibe, Padre, las oraciones que te presentamos y haznos generosos en el servicio a ti y al prójimo. Por Jesucristo, nuestro Señor.


Monición al ofertorio
En esta Jornada Mundial de las Misiones hacemos la ofrenda de los dones que van a servir para la celebración eucarística: el pan y el vino. En ellos nos ofrecemos también nosotros para ser transformados en auténtico testigos del amor de Dios.
También acercamos al altar la colecta que se ha hecho con motivo del Domund; es, en esta Jornada, el signo más visible de nuestra fraternidad con todo el mundo y de nuestra solidaridad con los misioneros.

Oración sobre el pueblo y bendición
Dios, Padre de misericordia, que en tu Hijo Jesucristo nos has adoptado como hijos: llena a tus fieles del fuego de tu Espíritu, para que en todo momento sean testigos y anunciadores de tu Reino, por su amor a ti y al prójimo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Enlaces Parroquiales

Parroquia San Gines de Padriñan. Comunidad Parroquial.

"TRANSFORMANDO EL MUNDO HACIENDO IGLESIA"