Domingo de Corpus Christi C


Don y alimento
Es certeza y para los cristianos: el pan se convierte en carne, y el vino en sangre,  hemos proclamado en la Secuencia. Celebramos la solemnidad del Cuerpo y de la Sangre de Cristo. Esta fiesta del CORPUS Christi nació con la finalidad precisa de reafirmar abiertamente la fe del pueblo de Dios en Jesucristo vivo y realmente presente en el Santísimo Sacramento de la Eucaristía.
Ecclesia de Eucharistia, la Iglesia vive de la Eucaristía. El Misterio eucarístico constituye el corazón de la Iglesia, y es el don que Jesucristo hace de sí mismo, revelándonos el amor infinito de Dios por cada hombre (Benedicto XVI).
He aquí el pan de los ángeles, pan de los peregrinos, verdadero pan de los hijos. Dios alimentó a los israelitas en su peregrinación por el desierto con el maná. El maná era figura de la Eucaristía que es el alimento reservado a los que en el bautismo han sido liberados de la esclavitud y han llegado a ser hijos, y por la gracia de Dios nosotros somos hijos; es el alimento que los sostiene en el largo camino del éxodo a través del desierto de la existencia humana (Benedicto XVI).

Fe y adoración 
Hoy reafirmamos con gran gozo nuestra fe en la Eucaristía; además, esta fiesta nos invita a adorar, alabar y dar públicamente las gracias al Señor, que en el sacramento eucarístico sigue amándonos hasta el extremo (Jn 13,1), hasta el donde su cuerpo y de su sangre. Arrodillarse ante la Eucaristía es una profesión de libertad: quien se inclina ante Jesús no puede y no debe postrarse ante ningún poder terreno, por más .fuerte que sea (Benedicto XVI). Los cristianos sólo nos arrodillamos ante Dios, ante el Santísimo Sacramento, porque sabemos y creemos que en él está presente el único Dios verdadero, que ha creado el mundo y lo ha amado hasta el punto de entregar a su Hijo único.
La adoración es oración que prolonga la celebración y la comunión eucarística; en ella el alma sigue alimentándose: se nutre de amor, de verdad, de paz; se alimenta de esperanza, pues Aquél ante quien nos postramos no nos juzga, ni nos aplasta, sino que nos libera y nos transforma.

Comunión eucarística 
En el evangelio de la Misa hemos leído el milagro de la multiplicación de los cinco panes y de los dos peces. Tomando Jesús aquellos panes y peces, los partió y se lo dio a los discípulos para que se lo sirvieran a la gente. Comieron todos y se saciaron. Hay que subrayar la palabra todos. La Eucaristía es para todos. Es deseo de Jesucristo y de la Iglesia que todos los fieles se acerquen con frecuencia al sagrado convite, porque la comunión nos da fuerza para superar la concupiscencia, para borrar las culpas veniales en las que diariamente incurrimos y para evitar los pecados graves a los que la debilidad de la naturaleza humana está expuesta. La Eucaristía, además de ser una llamada ala santidad, es también una invitación a la entrega de sí a los hermanos. Cristo, antes de realizar el milagro, pide la contribución de aquellos panes y peces. Una aportación pobre, pero necesaria, que Él transformó en don de amor para todos.

TEXTOS LITÚRGICOS


Monición de entrada 
Hoy, solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo, cobra todo su relieve el mandato del Señor: «Haced esto -la eucaristía- en conmemoración mía.» Alegrémonos todos en el Señor, comensales suyos; entremos en su presencia, dándole gracias. Celebremos con gozo el sagrado banquete, memorial de Jesucristo, de su Pascua, y prenda de vida eterna en el reino glorioso.

Acto penitencial 
-Tú que nos has dejado el memorial de tu cuerpo entregado y tu sangre derramada para el perdón de los pecados:    
Señor, ten piedad. R.
Cristo, ten piedad. R.
Señor, ten piedad. R.

Oración colecta
Oh Dios, que en este sacramento admirable nos dejaste el memorial de tu pasión, te pedimos nos concedas venerar de tal modo los sagrados misterios de tu cuerpo y de tu sangre, que experimentemos constantemente en nosotros el fruto de tu redención. Tú que vives y reinas.

Lectura del libro del Génesis 14, 18-20. 
En aquellos días, Melquisedec, rey de Salen, ofreció pan y vino. Era sacerdote del Dios Altísimo. Y bendijo a Abrahán diciendo: -Bendito sea Abrahán de parte del Dios Altísimo, que creó el cielo y la tierra. Y bendito sea el Dios Altísimo que ha entregado tus enemigos a tus manos. Y Abrahán le dio el diezmo de todo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial Sa1109, I. 2. 3. 4
L.-Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec.
R.- Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec.
L.- Oráculo del Señor a mi Señor: «Siéntate a mi derecha, y haré de tus enemigos estrado de tus pies.» R.- Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec.
L.-Desde Sión extenderá el Señor el poder de tu cetro: somete en la batalla a tus enemigos.
R.- Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec.
L.- «Eres príncipe desde el día de tu nacimiento, entre esplendores sagrados; yo mismo te engendré, como rocío, antes de la aurora.»
R.- Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec.
L.- EI Señor lo ha jurado y no se arrepiente: «Tú eres sacerdote eterno, según el
rito de Melquisedec.» R.- Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec.

Lectura de la primera carta del Apóstol San Pablo a los Corintios, 11, 23-26. 
Hermanos: Yo he recibido una tradición, que procede del Señor y que a mi vez os he transmitido: -Que el Señor Jesús, en la noche en que iban a entregarlo, tomó un pan y pronunciando la Acción de Gracias, lo partió y dijo: «Esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros. Haced esto en memoria mía.» Lo mismo hizo con la copa después de cenar, diciendo: «Esta copa es .la nueva alianza sellada con mi sangre; haced esto cada vez que bebáis, en memoria mía.» Por eso, cada vez que coméis de este pan y bebéis de la copa, proclamáis la muerte del Señor, hasta que vuelva. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

+ Lectura del santo Evangelio según San Lucas 9,llb-17. 
En aquel tiempo, Jesús se puso a hablar a la gente del Reino de Dios, y curó a los que lo necesitaban. Caía la tarde y lo~ Doce se le acercaron a decirle: -Despide a la gente; que vayan a las aldeas y cortijos de alrededor a buscar alojamiento y comida; porque aquí estamos en descampado. El les contestó: -Dadles vosotros de comer. Ellos replicaron: -No tenemos más que cinco panes y dos peces; a no ser que vayamos a comprar de comer para todo este gentío. (Porque eran unos cinco mil hombres.) Jesús dijo a sus discípulos: -Decidles que se echen en grupos de unos cincuenta. Lo hicieron así, y todos se echaron. El, tomando los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición sobre ellos, los partió y se los dio a los discípulos para que se los sirvieran a la gente. Comieron todos y se saciaron, y cogieron las sobras: doce cestos. Palabra del Señor. Gloria a Ti, Señor. Jesús.

Oración de los fieles 
Celebrante: Oremos a Dios Padre, que nos dio a su Hijo, Sacramento de la Eucaristía, para permanecer siempre con nosotros y ser alimento de nuestro camino.
1.- Por la unión de todos los cristianos en la única Iglesia de Cristo; para que formemos un solo cuerpo los que comemos de un mismo pan, roguemos al Señor. R.- Señor, escucha ....
2.- Por la organización eclesial de Cáritas; para que promueva el amor fraterno, la mutua ayuda, la solidaridad, roguemos al Señor. R. - Señor, escucha y ten piedad.
3.- Por los que sufren hambre; para que sepamos compartir con ellos nuestro pan de cada día, anuncio del pan de vida eterna, roguemos al Señor. R.- Señor, escucha y ten piedad.
4.- Por los Cofrades de hoy de ayer y de mañana; para que sientan y vivan esta tarea eclesial como una verdadera realización de su vida cristiana, matrimonial y familiar, roguemos al Señor. R.- Señor, escucha y ten piedad.
5.- Por todos los Cofrades difuntos, predecesores nuestros; para que el Señor les tenga en cuenta sus trabajos y sus desvelos en la celebración, honra y alabanza del Santísimo Sacramento, roguemos al Señor. R.- Señor, escucha y ten piedad.
6.- Para que los niños que ya hicieron su primera comunión y están en edad catequética, cuenten con el ejemplo y la ayuda de sus padres a fin de perseverar en la Eucaristía dominical, roguemos al Señor. R.- Señor, escucha y ten piedad.
7.- Muchos jóvenes abandonan la practica de la fe pensando liberarse de una obligación incomoda y molesta. Oremos para que descubran pronto que no hay mayor libertad, que ser fieles a Cristo, que nos libera de nuestros egoísmo y prepotencias y nos enseña el camino del verdadero amor, roguemos al Señor. R.- Señor, escucha y ten piedad.
8.- Para que en nuestra Comunidad parroquial crezca la adoración a Nuestro Señor Sacramentado, presente en nuestros dos Sagrarios, roguemos al Señor. R.
9.- Por nosotros, invitados a la mesa del Señor; para que el pan de la palabra despierte en nosotros el hambre del pan de la eucaristía, roguemos al Señor. R. Señor, escucha y ten piedad.
Celebrante: Escucha, Señor, la oración de tu Iglesia, que, observando fielmente el mandato de tu Hijo, celebra el memorial de su obra, hasta que él vuelva. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Oración sobre las ofrendas 
Concede, Señor, a tu Iglesia el don de la paz y de la unidad, significado en las ofrendas sacramentales que te presentamos. Por Jesucristo nuestro Señor

Oración después de la comunión 
La comunión de tu cuerpo y sangre, Señor, signo del banquete del reino, que hemos gustado en nuestra vida mortal, nos llene del gozo eterno de tu divinidad. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos

Enlaces Parroquiales

Parroquia San Gines de Padriñan. Comunidad Parroquial.

"TRANSFORMANDO EL MUNDO HACIENDO IGLESIA"