Día de Navidad. Misa de la Aurora

Navidad se escribe con N de niño nacido
Navidad se escribe con A de amor inmenso
Navidad se escribe con V de vida plena
Navidad se escribe con I de ilusión cumplida
Navidad se escribe con D de don gratuito
Navidad se escribe con A de alegría auténtica
Navidad se escribe con D de Dios. 


FELIZ NAVIDAD

Monición de entrada
La misa de la aurora se abre con una evocación de la luz: «Hoy brillará una luz sobre nosotros, porque nos ha nacido el Señor». Ese Señor recién nacido, ante quien se extasían los pastores, es el Mesías prometido por los profetas: es el Príncipe de la paz, a quien saludaba Isaías proféticamente, el rey salvador anunciado por Zacarías. Pero es mucho más que el simple Mesías de Israel, es Dios hecho hombre. Tal es la fe de los cristianos. Esa fe no ha de ser sólo una «luz que brille en nuestro espíritu», sino que es menester que «resplandezca en nuestras obras".
Si cada año con ocasión de la celebración de la Natividad del Señor damos un paso en el ahondamiento de nuestra fe, hemos de extraer de esta celebración «un amor más entrañable». El Verbo hecho carne, al entregársenos en la Eucaristía, nos hace participar del amor que le impulsó a establecer su morada entre los hombres.


Antífona de entrada Cf. Is 9, 2. 6; Lc 1, 33
Hoy brillará una luz sobre nosotros, porque nos ha nacido el Señor; y es su nombre: Admirable, Dios, Príncipe de la paz, Padre perpetuo, y su reino no tendrá fin.

Acto penitencial
-Tú eres la Palabra de Dios hecho hombre: Set1or, ten piedad. R.
-Tú eres la imagen de Dios invisible: Cristo, ten piedad. R.
-Tú eres el Santo de Dios: Señor, ten piedad. R.

Monición al Gloria
El himno que vamos a recitar (cantar) comienza con el cántico de los ángeles en la noche de la Navidad del Set1or. Hacemos nuestros sus sentimientos de adoración y alabanza.

Oración colecta
Concede, Señor todopoderoso, a los que vivimos inmersos en la luz de tu Palabra hecha carne, que resplandezca en nuestras obras la fe que haces brillar en nuestro espíritu.
Por nuestro Señor Jesucristo.

Lectura del Profeta Isaías 62,11-12.
El Señor hace oír esto hasta el confín de la tierra: Decid a la hija de Sión: Mira a tu salvador que llega, el premio de su victoria lo acompaña, la recompensa lo precede.
Los llamarán «Pueblo santo», «redimidos del Señor»; y a ti te llamarán «Buscada»,
«Ciudad no abandonada».
Palabra de Dios.

Salmo responsorial
L.- Hoy brillará una luz sobre nosotros, porque nos ha nacido el Señor
R.-  Hoy brillará una luz sobre nosotros, porque nos ha nacido el Señor
L.- El Señor reina, la tierra goza, se alegran las islas innumerables. Los cielos pregonan su justicia y todos los pueblos contemplan su gloria. .R.- Hoy brillará una luz sobre nosotros, porque nos ha nacido el Señor
L.- Amanece la luz para el justo, y la alegría para los rectos de corazón. Alegraos, justos, con el Señor, celebrad su santo nombre. R.- Hoy brillará una luz sobre nosotros, porque nos ha nacido el Señor

Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a Tito 3,4-7.
Ha aparecido la Bondad de Dios y su Amor al hombre. No por las obras de justicia que hayamos hecho nosotros, sino que según su propia misericordia nos ha salvado con el baño del segundo nacimiento y con la renovación por el Espíritu Santo; Dios lo derramó copiosamente sobre nosotros por medio de Jesucristo nuestro Salvador. Así, justificados por su gracia, somos, en esperanza, herederos de la vida eterna. Palabra de Dios.

Lectura del santo Evangelio según San Lucas 2,15-20.
Cuando los ángeles los dejaron, los pastores se decían unos a otros: -Vamos derechos a Belén, a ver eso que ha pasado y que nos ha comunicado el Señor. Fueron corriendo y encontraron a
María y a José y al niño acostado en el pesebre. Al verlo, les contaron lo que les habían dicho de aquel niño.
Todos los que lo oían se admiraban de lo que decían los pastores. Y María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón. Los pastores se volvieron dando gloria y alabanza a Dios por lo que habían visto y oído; todo como les habían dicho.
Palabra del Señor.

(Se dice Credo. A las palabras: y por obra... todos se arrodillan).

Oración de los fieles
Celebrante: Ha aparecido la gracia de Dios, que trae la salvación para todos los hombres. Oremos confiadamente.
L.- Por la Iglesia universal, extendida sobre la faz de la tierra; para que sepa llevar a todas las gentes la Buena Noticia de la salvación, roguemos al Señor.
L.- Por todos los pueblos, razas y naciones; para que encuentren la paz, don de Dios y fruto del amor y la justicia, y cesen las guerras, la segregación racial y toda clase de opresión y de violencia, roguemos al Señor.
L.- Por el rey, por la familia real, por el gobierno de la nación, por los gobiernos de todas las naciones; para que sus decisiones sean para el bien de todos, roguemos al Señor .
L.- Por todos los que llevan en su carne la señal de Cristo pobre y paciente: los enfermos, los que pasan hambre, los emigrantes, los presos, los exiliados, los refugiados, los marginados sociales, los mal vistos, los que sufren los horrores de la guerra, los que lloran la pérdida de sus seres queridos, los que no tienen trabajo, los que viven sin hogar, los ancianos que viven solos, los niños huérfanos; para que puedan sentirse amados de Dios y sus corazones se llenen de gozo, roguemos al Señor.
L.- Por nuestros familiares y amigos difuntos, que celebraron otros años con nosotros la Navidad del Señor; para que, renacidos ala vida eterna, la gloria del Señor los envuelva con su claridad, roguemos al Señor.
L.- Por nuestra ciudad (nuestro pueblo), por los ausentes, por nuestras familias, por nosotros, aquí reunidos; para que, acogiéndonos con amor y paciencia, vivamos la gran alegría de la Navidad, roguemos al Señor.
Celebrante: Te lo pedimos por Jesucristo, tu Hijo, manifestado hoy al mundo en la humildad de nuestra carne. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.

Oración sobre las ofrendas
Señor, que estas ofrendas sean signo del misterio de tu Navidad que estamos celebrando; y así como tu Hijo, hecho hombre, se manifestó como Dios, así nuestras ofrendas de la tierra nos hagan participes de los dones del cielo. Por Jesucristo.

Oración después de la comunión
A los que hemos celebrado con cristiana alegría el nacimiento de tu Hijo, concédenos, Señor, penetrar con fe profunda en este misterio y amarlo cada vez con amor más entrañable. Por J., n. Señor.
                            

Enlaces Parroquiales

Parroquia San Gines de Padriñan. Comunidad Parroquial.

"TRANSFORMANDO EL MUNDO HACIENDO IGLESIA"