Un cuento en Cuaresma

En este V Sábado de Cuaresma nos llega este cuento:

"Estaba cerca de la puerta de la cocina cuando el pequeño ratón oyó unos pasos de alguien que bajaba las escaleras y se aproximaba, a oscuras, hacia donde él estaba. Rápidamente se escondió.
Era un ratoncito de pelo gris-parduzco, y como todos los roedores se había pasado la vida correteando por el suelo, ocultándose de agujero en agujero -siempre con miedo-, cada vez que presentía los zapatos grandes y amenazadores de quien le podría pisar.

Pero un día este ratoncito se convirtió en pájaro. Las plumas eran del mismo color que su pelo, grisáceo tirando a marrón, como los más vulgares gorriones. Era un pájaro pequeño también, del mismo tamaño que el roedor, pero ahora ya no correteaba por el suelo lleno de miedo, sino que volaba. ¡Volaba, era libre! Y su pecho era de color rojo-anaranjado. Su pecho, su corazón eran de fuego. Se trataba de un lindo y sereno petirrojo".

En este caso no es un petirrojo, sino una alondra, pero si te quieres alzar en su vuelo, no tienes más que desconectar unos minutos y escuchar esta pieza musical, divina, del compositor Ralph Vaughan Williams, "Alondra ascendiendo".


Un cuento que resume perfectamente lo que es vivir la Cuaresma, un tiempo para abrir nuestras alas, encontrarnos a nosotros mismos y alzar el vuelo felices, puros y libres.


Fuente: Monasterio de Armenteira.

Enlaces Parroquiales

Parroquia San Gines de Padriñan. Comunidad Parroquial.

"TRANSFORMANDO EL MUNDO HACIENDO IGLESIA"