Disfrutemos del Domingo porque es el día del reposo, el día en que Jesús resucitó, ¡el mejor día de la semana!
No deberíamos pasarlo atareados con los preparativos de la semana, adelantando trabajos o terminando deberes.
Es un día para ir alegres a misa, vivir en comunidad parroquial y encontrarnos con Jesús que está vivo en la Eucaristía, pues como afirmaba hace poco el Papa Francisco "que hermoso es poder participar de la misa el
domingo para encontrar al Señor resucitado, para dejarnos
encontrar por Él, escuchar su palabra, nutrirnos en su mesa, y así
hacernos Iglesia". Recibámoslo como es debido.
¿Y después? Después a "dominguear": vivir el día en familia, ir juntos con nuestros niños a un parque, charlar con amigos mientras tomamos un café, jugar con tus padres, cuidar de tus abuelos...
Pasar el domingo así es la mejor forma de "santificar las fiestas".
