Domingo XXIV del T. Ordinario B

Monición de entrada
Nuestra reunión de hoy y de cada Domingo es un alto en el camino para encontrarnos con cristo,
escuchando su palabra y sentándonos a su mesa. Así progresaremos en la fe.

Acto penitencial
-Tú, que viniste a salvamos. Señor ten piedad
-Tú, que fuiste condenado a muerte. Cristo, ten piedad
-Tú, que eres compasivo y misericordioso. Señor ten piedad

Oración colecta
Oh Dios, creador y dueño de todas las cosas, míranos, y para que sintamos el efecto de tu amor, concédenos servirte de todo corazón. Por nuestro Señor Jesucristo.

Lectura del libro de Isaías. Is 50, 5-9

EL Señor Dios me abrió el oído; yo no resistí ni me eché atrás. Ofrecí la espalda a los que me golpeaban, las mejillas a los que mesaban mi barba; no escondí el rostro ante ultrajes y salivazos. El Señor Dios me ayuda, por eso no sentía los ultrajes; por eso endurecí el rostro como pedernal,  sabiendo que no quedaría defraudado. Mi defensor está cerca, ¿quién pleiteará contra mí? Comparezcamos juntos, ¿quién me acusará? Que se acerque. Mirad, el Señor Dios me ayuda, ¿quién me condenará? Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 114, 1-2. 3-4. 5-6. 8-9 (R/.: 9)
V/. Caminaré en presencia del Señor en el país de los vivos.
R/. Caminaré en presencia del Señor en el país de los vivos.
V/. Amo al Señor, porque escucha mi voz suplicante, porque inclina su oído hacia mí el día que lo invoco. R/.
V/. Me envolvían redes de muerte, me alcanzaron los lazos del abismo, caí en tristeza y angustia. Invoqué el nombre del Señor: «Señor, salva mi vida». R/.
V/. El Señor es benigno y justo, nuestro Dios es compasivo; el Señor guarda a los sencillos: estando yo sin fuerzas, me salvó. R/.
V/. Arrancó mi alma de la muerte, mis ojos de las lágrimas, mis pies de la caída. Caminaré en presencia del Señor en el país de los vivos. R/.

Lectura de la carta del apóstol Santiago. Sant 2, 14-18
¿DE qué le sirve a uno, hermanos míos, decir que tiene fe, t si no tiene obras? ¿Podrá acaso salvarlo esa fe? Si un hermano o una hermana andan desnudos y faltos del alimento diario y uno de vosotros les dice: «Id en paz, abrigaos y saciaos», pero no les da lo necesario para el cuerpo, ¿de qué sirve? Así es también la fe: si no tiene obras, está muerta por dentro. Pero alguno dirá: «Tú tienes fe y yo tengo obras, muéstrame esa fe tuya sin las obras, y yo con mis obras te mostraré la fe». Palabra de Dios.

Enlaces Parroquiales

Parroquia San Gines de Padriñan. Comunidad Parroquial.

"TRANSFORMANDO EL MUNDO HACIENDO IGLESIA"