Domingo 3º del T. Ordinario. "Jornada de la Infancia Misionera"

San Lucas comienza su Evangelio explicando el interés que puso en "informarse de todo desde
el principio", para que conociéramos "la solidez de las enseñanzas que hemos recibido". Y se lo hemos de agradecer, pues estos escritos inspirados nos transmiten la fe de los primerísimos discípulos de Jesucristo. Jesús no dejó nada escrito, pero su predicación y sus milagros fueron recogidos por aquellos hombres de su misma generación y fijados por escrito para fortalecer nuestra fe.


La historia de cuándo y cómo se escribieron es motivo de investigación científica y presenta, como toda investigación histórica, sus puntos difíciles.

Pero, en todo caso, es indudable que fueron escritos por y para aquellos cristianos que componían las primeras comunidades de fe, extendidos por el mundo civilizado de entonces. Antes de cuarenta años de la muerte de Cristo, estaban escritos la mayor parte de los libros que componen el Nuevo  Testamento. Se escribieron en griego, la lengua más extendida del momento. No conservamos los  originales, como sucede con cualquier libro clásico antiguo. Pero se conservan fragmentos y copias de los siglos II y III, algunos a cien años de distancia de su redacción; cosa insólita en los libros famosos de la antigüedad.

Se han realizado millones de traducciones a todos los idiomas. La más conocida, por ser la versión autorizada por la Iglesia para la liturgia, es de San Jerónimo, allá por el año 400; se llama la Vulgata y está escrita en latín.

Estos detalles que os cuento van dirigidos a aseguraros en la historicidad de los Evangelios. No se trata de una biografía o historia, en el sentido moderno de la palabra; pero su contenido es  propiamente histórico, como ha demostrado la exégesis imparcial del último siglo.

Recogen la memoria de lo que Jesús dijo e hizo, tal como se trasmitía en la primitiva comunidad
cristiana oralmente, a partir de la predicación y la memoria de los Apóstoles. San Pablo, que no llegó a conocer a Jesús en carne mortal, se refiere en diversas ocasiones a esa tradición que él mismo había
recibido y que transmitía con su predicación.

Garantía de veracidad es también la lucha que sostuvieron los Apóstoles y sus sucesores contra quienes pretendían desvirtuar la predicación original, "adaptándola" a las filosofías entonces imperantes. Lo mismo hoy que entonces, se ataca el mensaje de Jesucristo porque parece presuntuoso pretender poseer "la Verdad": Mas, precisamente por defender esa Verdad, y no transigir con otros dioses, muchos cristianos murieron mártires. Sigamos su ejemplo, y no busquemos componendas entre la Verdad y tantos planteamientos humanos de hoy, aunque esta firmeza asuste a algunos e
irrite a otros.

Monición de entrada
Hermanas y hermanos: nos hemos reunido para celebrar el memorial de la muerte y resurrección de Jesucristo. Él mismo nos congrega, para comunicarnos su vida mediante la escucha de su Palabra y la Comunión de su Cuerpo.

Hoy es la Jornada de la Infancia Misionera que hace descubrir la alegría de ser “pequeños misioneros” de Jesús, que pueden compartir con otros niños y niñas a través de la oración y de la ayuda económica.

Enlaces Parroquiales

Parroquia San Gines de Padriñan. Comunidad Parroquial.

"TRANSFORMANDO EL MUNDO HACIENDO IGLESIA"