San Genésio de Arles

"Ginés, nativo de Arlés, fue un soldado que llegó a ser conocido por su maestría en la escritura, por lo que fue nombrado secretario del magistrado romano de Arlés.
En el desarrollo de las funciones de su oficio, le fue dictado para ser copiado el decreto de persecución de los cristianos. Indignado en su ideal de justicia, el joven catecúmeno lanzó las tablillas de cera donde tomaba sus notas a los pies del magistrado y huyó"
(Actas de los mártires, atribuidas a San Paulino de Nola)

Genesio (o Ginés), es un joven nativo de Arles en Provenza. en una fecha desconocida y falleció decapitado en 303.

Según las fuentes de la época, fue notario militar o taquígrafo de los archivos judiciales, bajo los emperadores Maximiano y Diocleciano. Su fiesta se celebra el 25 de agosto y la dedicación de su basílica en Arlés en el 16 de octubre.

Se le honra como patrono de los notarios, escribanos y secretarios.

Abandonado su oficio y escondido, pidió al obispo que le administrara el bautismo. Pero este, o por estar el también perseguido o porque no fue posible el encuentro entre los dos, no pudo administrarle el Bautismo. Sorprendido por los perseguidores a orillas del Ródano, Genesio trató de huir arrojándose al río, pero fue alcanzado en la otra orilla y decapitado, testimoniando su fe con la sangre.

Una de las tradiciones cuenta que fue decapitado al pie de una morera.

La afluencia de peregrinos al lugar fue tan grande, que arrancándole las hojas y las ramas, destruyeron la morera, de modo que en su lugar se colocó una columna de mármol (en Francia se le denomina también "San Ginés de la Columna"). Allí mismo se construyó la primera iglesia dedicada a él en la ciudad. Este oratorio aún existe, pero dentro de una casa de campo privada y está catalogado como monumento histórico desde el 14 de junio de 1934. Otras iglesias de Arlés fueron dedicadas a San Ginés: una en el centro de la Arena (ya no existe), otra en Alyscamps, hoy llamada de San Honorato, y otra es la actual iglesia Primada de San Trófimo. Ésta posee una capilla dedicada a San Ginés y guarda sus restos en la Capilla de las Reliquias. El culto de Genesio, se difundió muy pronto en otras ciudades de Galia y más allá de sus fronteras, mientras su sepulcro, en el que empezaron a producirse milagros, se convertía en meta de peregrinaciones.

Su veneración es tan antigua que su nombre se halla ya en el Martyrologium Hieronymianum. En el “Sermo de vita Génesis” de San Hilario de Arlés se dice que el obispo de la ciudad contaba que, mientras se celebraba la solemnidad de San Ginés: "Iba mucha gente a su iglesia, y tenían que pasar por un puente del río Ródano, pero cargó tanta multitud que iba al oficio, que se hundió ... estaba allí el entonces obispo de la ciudad, llamado Honorato, se puso de rodillas pidiendo a San Ginés alcanzase de Dios remedio para toda aquella gente que por ir a honrarlo padecía tal desgracia ... no había concluido su petición, cuando se vio que salían del río cuantos en él habían caído. Ninguno quedó ahogado, ninguno tullido de pie o mano, ninguno descalabrado. Mojados todos y todos muy alegres … Pasaron en barcas el río y fueron a la iglesia de San Ginés para dar gracias a Dios por lo que había hecho por la intercesión del Santo".

La visita a la tumba del mártir de Arles fue, en los ss. XI-XII, una de las etapas obligadas para los peregrinos que se dirigían a Santiago de Compostela siguiendo el camino tolosano. Su culto fue incluido en la gran red de los itinerarios jacobeos: «En la ciudad de Arles -afirma el Codex Calixtinus Y, 8-, se halla una columna de mármol a la que se dice que la chusma pagana ató al santo antes de hacerlo decapitar. Todavía hoy esta columna aparece enrojecida por su sangre. Genesio, después de ser decapitado, cogió con las manos su. propia cabeza y la tiró al Ródano, mientras su cuerpo era arrastrado por las aguas del río hasta la basílica del bienaventurado Honorato, donde hoy está sepultado. Su cabeza, en cambio, trasladada por el Ródano y a través del mar, llegó a Nueva Cartago, donde hoy descansa gloriosamente».

Su culto ya era sólido en el siglo VI, cuando Gregorio Turolense narra cómo se le venera en el sitio de su martirio. Había allí un árbol ya centenario, del que se decía tenía poderes curativos al haber crecido regado con la sangre martirial de San Ginés. También cuenta como invocaron al santo los viajeros de un barco que iban precisamente a venerar la memoria de San Ginés. Su barco perdió el ancla justo al pasar frente al lugar del martirio, y al momento que pidieron su auxilio, una suave brisa llevó el navío a la orilla sin peligro.

En una de las Vidrieras de Arles se le representa vestido a la usanza de un noble romano, llevando e la mano izquierda una palma y en la otra un pergamino.

También suele representarse con las facciones de un joven de rostro imberbe, vestido de palio, una palma en la mano, con la pluma y el tintero y un cuchillo en la el cuello, como se ve en la imagen de nuestro patrono, en Sanxenxo.


Oh Jesús, Señor y Dios nuestro, Salvador del mundo, tú que muestras la luz de la verdad a todos los que caminan por sendas oscuras, haz que podamos volver al camino verdadero sin que nos deslumbren los falsos brillos del mundo, que pretenden apartarnos de Ti. Te lo pedimos por los méritos e intercesión del bienaventurado San Ginés, nuestro abogado y protector, para que, meditando sobre su ejemplar vida y virtudes cristianas, las imitemos y podamos servirte fervorosamente todos los días de nuestra vida. Amén.

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Enlaces Parroquiales

Parroquia San Gines de Padriñan. Comunidad Parroquial.

"TRANSFORMANDO EL MUNDO HACIENDO IGLESIA"