Domingo XXXIII del T. Ordinario C. Penúltimo domingo del año litúrgico.

Monición de entrada
Estamos celebrando el penúltimo domingo del año litúrgico. Las lecturas de hoy nos hablan del día de Yahvé, o sea, del juicio final. Ellas nos animan a perseverar en nuestra fe, aunque suframos por el Evangelio. Como nuevo pueblo de Dios, vamos a prepararnos para ese día de Dios celebrando hoy con alegría y júbilo esta eucaristía. Nos ponemos de pie para recibir la procesión con el cántico de entrada.

Acto penitencial
Tenemos un Padre que confía en nosotros y que nos invita a crecer cada día en bondad y entrega. Pero quizás no hemos sabido estar a la altura de su confianza. Por eso, pidamos perdón.
- Tú eres nuestra esperanza: Señor, ten piedad. R
- Tú eres nuestra paz : Cristo, ten piedad. R
- Tú eres la resurrección y la vida : Señor, ten piedad. R

Oración colecta
CONCÉDENOS, Señor, Dios nuestro, alegrarnos siempre en tu servicio, porque en dedicarnos a ti, autor de todos los bienes, consiste la felicidad completa y verdadera. Por nuestro Señor Jesucristo.

Lectura de la profecía de Malaquías. Mal 3, 19-20a
HE aquí que llega el día, ardiente como un horno, en el que todos los orgullosos y malhechores serán como paja; los consumirá el día que está llegando, dice el Señor del universo, y no les dejará ni copa ni raíz. Pero a vosotros, los que teméis mi nombre, os iluminará un sol de justicia y hallaréis salud a su sombra. Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 97, 5-6. 7-8. 9ab. 9cd (R/.: cf. 9)
V/. El Señor llega para regir los pueblos con rectitud.
R/. El Señor llega para regir los pueblos con rectitud.
V/. Tañed la cítara para el Señor, suenen los instrumentos:
con clarines y al son de trompetas, aclamad al Rey y Señor. R.
V/. Retumbe el mar y cuanto contiene, la tierra y cuantos la habitan; aplaudan los ríos, aclamen los montes. R.
V/. Al Señor, que llega para regir la tierra.
Regirá el orbe con justicia y los pueblos con rectitud. R.

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses. 2 Tes 3, 7-1
HERMANOS: Ya sabéis vosotros cómo tenéis que imitar nuestro ejemplo: No vivimos entre vosotros sin trabajar, no comimos de balde el pan de nadie, sino que con cansancio y fatiga, día y noche, trabajamos a fin de no ser una carga para ninguno de vosotros. No porque no tuviéramos derecho, sino para daros en nosotros un modelo que imitar. Además, cuando estábamos entre vosotros, os mandábamos que si alguno no quiere trabajar, que no coma. Porque nos hemos enterado de que algunos viven desordenadamente, sin trabajar, antes bien metiéndose en todo. A esos les mandamos y exhortamos, por el Señor Jesucristo, que trabajen con sosiego para comer su propio pan. Palabra de Dios.

Aleluya Lc 21, 28
R/. Aleluya, aleluya, aleluya.
V/. Levantaos, alzad la cabeza: se acerca vuestra liberación.

✠ Lectura del santo Evangelio según san Lucas. Lc 21, 5-19
EN aquel tiempo, como algunos hablaban del templo, de lo bellamente adornado que estaba con piedra de calidad y exvotos, Jesús les dijo: «Esto que contempláis, llegarán días en que no quedará piedra sobre piedra que no sea destruida». Ellos le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?». Él dijo: «Mirad que nadie os engañe. Porque muchos vendrán en mi nombre diciendo: “Yo soy”, o bien: “Está llegando el tiempo”; no vayáis tras ellos. Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico. Porque es necesario que eso ocurra primero, pero el fin no será enseguida». Entonces les decía: «Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países, hambres y pestes. Habrá también fenómenos espantosos y grandes signos en el cielo. Pero antes de todo eso os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a las cárceles, y haciéndoos comparecer ante reyes y gobernadores, por causa de mi nombre. Esto os servirá de ocasión para dar testimonio. Por ello, meteos bien en la cabeza que no tenéis que preparar vuestra defensa, porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro. Y hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os entregarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán a causa de mi nombre. Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá; con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas». Palabra del Señor.

Descargar hojita dominical!

Enlaces Parroquiales

Parroquia San Gines de Padriñan. Comunidad Parroquial.

"TRANSFORMANDO EL MUNDO HACIENDO IGLESIA"