Domingo IV del Tiempo de Adviento.

Monición de entrada
Hermanos: Queridos hermanos: nos encontramos ya en el último domingo de preparación para el Nacimiento del Señor. La liturgia del día de hoy pone su acento en el papel importantísimo de María, la mujer que dijo sí al proyecto de salvación de Dios. María fue la que mejor vivió el Adviento y la Navidad: ella, la que "le esperó con inefable amor de Madre".
Ella puede ayudarnos a vivir la Navidad con mayor profundidad desde nuestra fe, no conformándonos con las claves de la propaganda de consumo de estos días y acogiendo a Dios en nuestra vida con el mismo amor y la misma fe que ella. Al encender hoy la cuarta vela, pensamos en María, nuestra Madre. Nadie como Ella esperó con más ansia y amor al Niño Dios.

Acto penitencial
- Luz del mundo, que vienes a iluminar a quienes viven en tinieblas: / Señor, ten piedad.
- Guía de la humanidad, que quieres abrir a tu pueblo sendas de justicia: /Cristo, ten piedad.
- Fuente de vida, que vienes a curar las heridas de nuestra debilidad: / Señor, ten piedad.

Oración colecta
DERRAMA, Señor, tu gracia en nuestros corazones, para que, quienes hemos conocido, por el anuncia del ángel, la encarnación de Cristo, tu Hijo, lleguemos, por su pasión y su cruz, a la gloria de la resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo.

Lectura del libro de Isaías. Is 7, 10-14
EN aquellos días, el Señor habló a Ajaz y le dijo: «Pide un signo al Señor, tu Dios: en lo hondo del abismo o en lo alto del cielo». Respondió Ajaz: «No lo pido, no quiero tentar al Señor». Entonces dijo Isaías: «Escucha, casa de David: ¿No os basta cansar a los hombres, que cansáis incluso a mi Dios? Pues el Señor, por su cuenta, os dará un signo. Mirad: la virgen está encinta y da a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel». Palabra de Dios.

Salmo responsorial
Sal 23, 1b-2. 3-4ab. 5-6 (R/.: cf. 7c. 10c)
V/. Va a entrar el Señor; él es el Rey de la gloria.
R/. Va a entrar el Señor; él es el Rey de la gloria.
V/. Del Señor es la tierra y cuanto la llena, el orbe y todos sus habitantes: él la fundó sobre los mares, él la afianzó sobre los ríos. R/.
V/. ¿Quién puede subir al monte del Señor? ¿Quién puede estar en el recinto sacro?
El hombre de manos inocentes y puro corazón, que no confía en los ídolos. R/.
V/. Ese recibirá la bendición del Señor, le hará justicia el Dios de salvación.
Este es la generación que busca al Señor, que busca tu rostro, Dios de Jacob. R/.

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos. Rom 1, 1-7
PABLO, siervo de Cristo Jesús, llamado a ser apóstol, escogido para el Evangelio de Dios, que fue prometido por sus profetas en las Escrituras Santas y se refiere a su Hijo, nacido de la estirpe de David según la carne, constituido Hijo de Dios en poder según el Espíritu de santidad por la resurrección de entre los muertos: Jesucristo nuestro Señor. Por él hemos recibido la gracia del apostolado, para suscitar la obediencia de la fe entre todos los gentiles, para gloria de su nombre. Entre ellos os encontráis también vosotros, llamados por Jesucristo. A todos los que están en Roma, amados de Dios, llamados santos, gracia y paz de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. Palabra de Dios.

Aleluya Mt 1, 23
R/. Aleluya, aleluya, aleluya.
V/. Mirad: la virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrá por nombre Emmanuel, “Dios-con-nosotros”. R/.

✠ Lectura del santo Evangelio según san Mateo. Mt 1, 18-24
LA generación de Jesucristo fue de esta manera: María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, como era justo y no quería difamarla, decidió repudiarla en privado. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo: «José, hijo de David, no temas acoger a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados». Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que había dicho el Señor por medio del profeta: «Mirad: la virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrán por nombre Emmanuel, que significa “Dios-con-nosotros”». Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y acogió a su mujer. Palabra del Señor

Enlaces Parroquiales

Parroquia San Gines de Padriñan. Comunidad Parroquial.

"TRANSFORMANDO EL MUNDO HACIENDO IGLESIA"