San Ginés de Padriñán: Quiero decir que sí, como Tú, María

Que la fiesta de nuestra Madre María Inmaculada nos ayude a hacer de toda nuestra vida un “sí” a Dios, un “sí” hecho de adoración al Señor y de gestos cotidianos de amor y de servicio.

Así lo pedía el Papa Francisco, en este II Domingo de Adviento y en la Solemnidad de la Inmaculada Concepción.

Y es que el "sí" de María es sin duda el mejor ejemplo que podemos seguir.

Nuestra comunidad también ha dicho "sí", honrando a la "Purísima" en la Vigilia de su fiesta, con cantos, peticiones, lecturas y corazones llenos de agradecimiento y confianza filial hacia Ella.

Nos consagramos a su corazón, para que nos proteja como a sus hijos, nos conduzca de la mano hacia Dios, nos enseñe a vivir en la Verdad, fortalezca nuestra voluntad para que nunca nos separemos de Ella por causa del pecado y nos sostenga en nuestros compromisos cristianos para que también en nosotros, como en nuestra Madre, se cumpla siempre la voluntad de Dios.

Fue una gran noche, que comenzó con los jóvenes cargando la Imagen de Nuestra Señora para llevarla al sitio que se merece, el centro de nuestra vida. Una noche en la que nos reunimos en oración para honrar a nuestra Madre, haciendo presentes nuestros sufrimientos y necesidades, y alabando y agradeciendo todo lo que nos da. Una noche en la que le entregamos un lindo ramo de rosas y encendimos velas formando un corazón, como signo de nuestro amor por ella. Pues que hijo / hija no haría eso por una madre, que nos quiere con locura y lo da todo por nosotros. Cómo no vamos nosotros a entregarle nuestro corazón.