La Semana Santa en Sanxenxo

Saludo con afecto pastoral a todos los miembros de la Cofradía del Nazareno y del Santo Sepulcro de Sanxenxo con los que comparto esta reflexión desde la fe.

Saludo extensivo también a todos los miembros de la parroquia. El convencimiento de que Dios se ha revelado plenamente inserto en la historia humana, nos lleva a afirmar que no hay nada del hombre o del mundo del hombre que escape a la mirada de la fe. Necesitamos afirmar la dimensión espiritual en nuestra existencia.

“La Semana Santa, que para nosotros los cristianos es la semana más importante del año, nos brinda la oportunidad de sumergirnos en los acontecimientos centrales de la Redención, de revivir el Misterio pascual, el gran Misterio de la fe. Los solemnes ritos litúrgicos nos ayudarán a meditar de modo más vivo la pasión, la muerte y la resurrección del Señor en los días del santo Triduo pascual, fulcro de todo el año litúrgico”. Celebrar la Semana Santa no tiene otro sentido más que este. Todas las actividades que desde las parroquias y desde las cofradías nos ayudan a vivir estos días santos. La Semana Santa en la calle y en las iglesias: ¿Dos Semanas Santas? No, dos caminos que nos llevan a contemplar a Cristo Crucificado y Resucitado; dos formas distintas de vivir estos días, pero dos formas complementarias. Es importante, por tanto, pararnos a pensar cómo vamos a vivir esos días y ayudar a vivirlos a todos los que nos rodean.

La Cofradía del Nazareno y del Santo Sepulcro nos ayuda a recordar y vivir la entrega del Dios que nos ama, una entrega generosa que Jesús nos ofrece.
Las distintas imágenes que salen en procesión, los esfuerzos de las dos cofradías parroquiales, el trabajo de tanta gente callada nos ayudan a ver que las procesiones son el fiel reflejo de una fe que se vive y que se hace pública, si no se convertirían en un simple desfile, como otros tantos que llenan nuestras calles en diversos momentos del año.

Por eso, me atrevo a animaros a que seáis todos vosotros los protagonistas de esta Semana Santa. Todos somos necesarios. Esta Semana Santa del año 2020, previa al Año Santo Compostelano 2021, tiene que ser para cada cristiano, para cada uno de nosotros, un momento para “renovar ahora mismo su encuentro personal con Jesucristo o, al menos, a tomar la decisión de dejarse encontrar por Él, de intentarlo cada día sin descanso. No hay razón para que alguien piense que esta invitación no es para él, porque “nadie queda excluido de la alegría reportada por el Señor” .

Las procesiones que vemos, las procesiones en las que participamos son un elemento importante de nuestro tiempo. No forman parte de la liturgia reglada de la Iglesia, sin embargo, son actos expresivos del fervor popular. Es un medio apto para impulsar la piedad de los %eles. No son una atracción turística, ni tampoco las podemos reducir a una manifestación folclórica, sino que son una expresión del contenido religioso de nuestro pueblo, nacidas de la tradición cristiana de nuestros mayores, que vieron en ellas un camino para acompañar a Cristo hasta el Calvario, nacidas de la profunda experiencia de saber que DIOS NOS AMA.

Cristo nos señala una nueva forma de existencia, poniendo al descubierto la hondura del misterio del hombre e indicándonos que la belleza, la verdad y la bondad son realizables en el amor lejos de todo odio, en la fraternidad sin ninguna exclusión, en la sinceridad ajena a todo engaño. El Hijo de Dios, hecho hombre, ha resucitado de la muerte y ha sido constituido Señor de la historia.

¡Buen camino hacia la Pascua!



+D. Julián Barrio Barrio
Arzobispo de Santiago de Compostela

Fuente: Revista Nazarenus 2020.

Enlaces Parroquiales

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