Domingo de Corpus. "La Fiesta de las Fiestas".

Esta fiesta es la FIESTA DE LAS FIESTAS en cualquier comunidad cristiana. En ella reconocemos al que da razón de nuestro nombre de cristianos;
- al que nos invito a seguir “el camino”, que así llamaban a los “seguidores del camino”, que El había iniciado, cuando dijo, “yo soy el camino y la verdad y la vida”;
- porque en esta fiesta adoramos a aquel que por nosotros y con nosotros, cumple el deber mas importante que el hombre- criatura de Dios, tiene con el creador, es decir: adorarle, darle culto;
- porque en esta fiesta agradecemos el don mas grande que nuestro Divino Fundador nos ha regalado, que es el sacrificio de la Misa, con el que podemos cumplir los deberes que tenemos con Dios de adorar, dar gracias, reparar y suplicar,

- y, sobre todo, porque se hizo nuestro alimento para poder llegar al termino del camino, en el que nos iniciamos con El;
- porque siendo nosotros nada El se a dignado hacernos grandes, al tomar nuestra débil naturaleza humana como suya, uniéndola a la naturaleza divina, y quedándose en nuestra compañía, en el Sagrario, para siempre.

¡Como no vamos a celebrar esta FIESTA, en la que celebramos el inmenso amor que Jesús nos tiene!
Se quedo con nosotros en la Santa Hostia, que llevamos en procesión, en nuestra custodia, para adorarle, alabarle, cantarle, darle gracias, dándole testimonio publico de nuestra fe y adhesión a El.

¡VIVA JESÚS SACRAMENTADO. VIVA Y DE TODOS SEA AMADO!

Monición de entrada

Hoy, Solemnidad del Cuerpo y Sangre de Cristo, cobra su relieve el mandato del Señor. “Haced esto—la Eucaristía– en memoria mía” Alegrémonos todos en el señor, comensales suyos; entremos en su presencia dándole gracias. Celebremos con gozo el Sagrado Banquete, memorial de Jesucristo, de sus Pascua, y prenda de vida eterna en el reino glorioso.

Acto penitencial
- Tu que en este sacramento admirable nos dejaste el memorial de tu Pasión:
R/. Señor ten piedad
- Tu que hoy nos entregas tu Cuerpo como alimento para la vida eterna:
R/. Cristo ten piedad
- Tu que has derramado tu sangre para el perdón de los pescados:
R/. Señor ten piedad

Oración colecta
OH, Dios, que en este sacramento admirable nos dejaste el memorial de tu pasión, te pedimos nos concedas venerar de tal modo los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos constantemente en nosotros el fruto de tu redención. Tú, que vives y reinas con el Padre.

Lectura del libro del Deuteronomio. Deut 8, 2-3. l4b-l6a
MOISÉS habló al pueblo diciendo: «Recuerda todo el camino que el Señor, tu Dios, te ha hecho recorrer estos cuarenta años por el desierto, para afligirte, para probarte y conocer lo que hay en tu corazón: si observas sus preceptos o no. Él te afligió, haciéndote pasar hambre, y después te alimentó con el maná, que tú no conocías ni conocieron tus padres, para hacerte reconocer que no solo de pan vive el hombre, sino que vive de todo cuanto sale de la boca de Dios. No olvides al Señor, tu Dios, que te sacó de la tierra de Egipto, de la casa de esclavitud, que te hizo recorrer aquel desierto inmenso y terrible, con serpientes abrasadoras y alacranes, un sequedal sin una gota de agua, que sacó agua para ti de una roca de pedernal; que te alimentó en el desierto con un maná que no conocían tus padres». Palabra de Dios.

Salmo responsorial Sal 147, 12-13. 14-15. 19-20 (R/.: 12a)
V/. Glorifica al Señor, Jerusalén.
R/. Glorifica al Señor, Jerusalén.
V/. Glorifica al Señor, Jerusalén; alaba a tu Dios, Sion.
Que ha reforzado los cerrojos de tus puertas,
y ha bendecido a tus hijos dentro de ti. R/.
V/. Ha puesto paz en tus fronteras, te sacia con flor de harina.
Él envía su mensaje a la tierra, y su palabra corre veloz. R/.
V/. Anuncia su palabra a Jacob, sus decretos y mandatos a Israel;
con ninguna nación obró así, ni les dio a conocer sus mandatos. R/.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios. 1 Cor 10, 16-17
HERMANOS: El cáliz de la bendición que bendecimos, ¿no es comunión de la
sangre de Cristo? Y el pan que partimos, ¿no es comunión del cuerpo de Cristo? Porque el pan es uno, nosotros, siendo muchos, formamos un solo cuerpo, pues todos comemos del mismo pan. Palabra de Dios.

Aleluya Jn 6, 51
R/. Aleluya, aleluya, aleluya.
V/. Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo -dice el Señor-;
el que coma de este pan vivirá para siempre.. R/.

✠ Lectura del santo Evangelio según san Juan. Jn 6, 51-58
EN aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: «Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne por la vida del mundo». Disputaban los judíos entre sí: «Cómo puede este darnos a comer su carne?». Entonces Jesús les dijo: «En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.
El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él. Como el Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre, así, del mismo modo, el que me come vivirá por mí.
Este es el pan que ha bajado del cielo: no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron; el que come este pan vivirá para siempre». Palabra del Señor.

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