Feliz día de San Ginés

El 25 de Agosto celebramos de un modo diferente la Solemnidad de San Ginés de Padriñán, nuestro patrón. Y es que la situación actual por la que nuestra sociedad pasa, ha obligado a vivir y festejar el día de nuestro patrón de una forma distinta a como veníamos haciendo otros años. Una misa solemne, la veneración de las reliquias de San Ginés y una procesión por el interior del templo parroquial fueron los cultos que se han podido oficiar.
Desde nuestra parroquia agradecemos a todos su colaboración y un comportamiento ejemplar en la celebración de esta solemnidad.

Nuestro párroco Don Samuel os ha querido felicitar con este mensaje: "A toda la Comunidad parroquial y veraneantes. FELICIDADES por el día grande de nuestro Santo Patrono SAN GINÉS DE PADRIÑAN. Pido a nuestro Patrono que junto con Santa Rosalía, nos sigan protegiendo de esta pandemia viral que afecta tanto a nuestras familias y a nuestras vidas. Con la moderación y el cuidado que debemos poner en estás circunstancias os invito a todos a disfrutarlo en vuestra familia. Y a los que podais, recordad que la misa Solemne es a las 8, con autoridades, banda de musica para levantar a Dios, Procesión interior y veneración de las Reliquias. Que el Santo Patrono os bendiga a todos."

¿Pero quién era este santo, San Ginés?

La más antigua recensión de la passio del santo presenta a Genesio (o Ginés) como un joven nativo de ArIés, en Provenza, que, entrado en la milicia, ejercía el oficio de notario o canciller. El hagiógrafo -que afirma transcribir con fidelidad una tradición oral- cuenta que un día Genesio, todavía catecúmeno, se negó a registrar un acta de persecución contra los cristianos. Abandonado su oficio y escondido, pidió al obispo que le administrara el bautismo. Pero este, o por estar impedido por los peligros del momento o porque desconfiaba de la demasiado joven edad del catecúmeno, no se lo administró. Sorprendido por los perseguidores a orillas del Ródano, Genesio trató de huir arrojándose al río, pero fue alcanzado en la otra orilla y decapitado, testimoniando su fe con la sangre. Aunque la fecha exacta de su martirio nos es desconocida, suele situarse a comienzos del s.IV, entre el año 303 y el 308. El culto de Genesio, ya documentado por decoraciones en sarcófagos de ArIés atribuidos a los ss. IV- V y atestiguado por Prudencio (Peristephanon IV, 35) y Venancio Fortunato (Carm. VIII, 3, 157), se difundió muy pronto en otras ciudades de Galia y más allá de sus fronteras, mientras su sepulcro, en el que empezaron a producirse milagros (GREGORIO DE TOURS, De gloria martyrum 67, 69), se convertía en meta de peregrinaciones.

La visita a la tumba del mártir de Arlés fue, en los ss. XIXII, una de las etapas obligadas para los peregrinos que se dirigían a Santiago de Compostela siguiendo el camino tolosano. Su culto fue incluido en la gran red de los itinerarios jacobeos: «En la ciudad de ArIés -afirma el Codex Colixtinus V, 8-, se halla una columna de mármol a la que se dice que la chusma pagana ató al santo antes de hacerlo decapitar.
Todavía hoy esta columna aparece enrojecida por la sangre. 

La difusión del culto dio origen a posteriores desdoblamientos, creando figuras de homónimos con fisonomía propia: así, por ejemplo, sucedió con Genesio de Béziers, Auvernia, Barcelona y Córdoba, y con Genesio Sciarensis, venerado en el homónimo convento minorítico de San Ginés de la Xara, en las proximidades de Nueva Cartago, surgido sobre un preexistente lugar de culto del mártir de Arlés (cf la nota del Codex Calixtinus). También Genesio themelicus. o el Mimo, mártir de Roma (que en la escena ante el emperador, mientras se mofaba de los misterios cristianos, proclamó inesperadamente su fe y fue decapitado) se conectaría con Genesio de ArIés, al que fue adaptada una passio modelada sobre el topos del actor convertido, aplicable también a otros santos, por ejemplo Gelasio de Heliópolis, Porfirio o Ardalión. Genesio de Aries es representado con las facciones de un joven de rostro imberbe, vestido de palio y con un libro bajo el brazo. Dios de poder y misericordia, que diste tu fuerza al mártir san Ginés para que pudiera resistir el dolor de su martirio, concédenos que quienes celebramos hoy el día de su victoria, con tu protección, vivamos libres de las asechanzas del enemigo. Por nuestro Señor Jesucristo.

 









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