MONICIÓN DE ENTRADA
La Procesión de las palmas simboliza el recibimiento entusiasta del pueblo de Jerusalén a Jesús de Nazaret. Y ahora vamos a iniciar la Eucaristía de este Domingo de Ramos que es el gran pórtico de la Semana Santa. Jesús en estos días va a consumar su entrega y, por tanto, la redención del género humano, tal como Dios Padre desea y pone en las manos de su Hijo Unigénito. Os deseamos, claro está, nuestra más cordial bienvenida a la celebración eucarística en la que vamos a escuchar, entera, la pasión del Señor narrada por San Lucas en su evangelio. Relato formidable que nos prepara e informa para mejor vivir los días grandes de nuestra fe. Iniciemos pues con emoción esta tan especial asamblea de hermanos en, también, un día muy importante para todos nosotros