¡Cuántos proyectos pastorales! ¡Cuántas realidades necesarias para una buena labor apostólica! Sin embargo, todo esto, sin tu colaboración, pequeña o grande, no es posible. Algunos de nuestros conciudadanos, no bien informados del todo, siguen pensando que la Iglesia sigue viviendo de su historia y de sus herencias, positivas y negativas, pero todo esto nos sitúa en un pasado; no son capaces de descubrir el rostro actual de la Iglesia, a veces por nuestra culpa, porque o bien no lo hacemos con la suficiente convicción, o quizás no somos testigos elocuentes de un trabajo positivo a favor de nuestras gentes, de manera especial de los más necesitados.