Lecturas, Liturgia y Comentario a Nuestra Señora, Virgen de los Dolores

Lecturas Nuestra Señora, la Virgen de los Dolores

Primera lectura
Lectura de la carta a los Hebreos (5,7-9):


Cristo, en los días de su vida mortal, a gritos y con lágrimas, presentó oraciones y súplicas al que podía salvarlo de la muerte, cuando en su angustia fue escuchado. Él, a pesar de ser Hijo, aprendió, sufriendo, a obedecer. Y, llevado a la consumación, se ha convertido para todos los que le obedecen en autor de salvación eterna.

Palabra de Dios

Salmo
Sal 30,2-3a.3b-4.5-6.15-16.20

R/. Sálvame, Señor, por tu misericordia

A ti, Señor, me acojo:
no quede yo nunca defraudado;
tú, que eres justo, ponme a salvo,
inclina tu oído hacia mí. R/.

Ven aprisa a librarme,
sé la roca de mi refugio,
un baluarte donde me salve,
tú que eres mi roca y mi baluarte;
por tu nombre dirígeme y guíame. R/.

Sácame de la red que me han tendido,
porque tú eres mi amparo.
A tus manos encomiendo mi espíritu:
tú, el Dios leal, me librarás. R/.

Pero yo confío en ti, Señor,
te digo: «Tú eres mi Dios.»
En tu mano están mis azares:
líbrame de los enemigos que me persiguen. R/.

Qué bondad tan grande, Señor,
reservas para tus fieles,
y concedes a los que a ti se acogen
a la vista de todos. R/.
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Juan (19,25-27):

En aquel tiempo, junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María, la de Cleofás, y María, la Magdalena.
Jesús, al ver a su madre y cerca al discípulo que tanto quería, dijo a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo.»
Luego, dijo al discípulo: «Ahí tienes a tu madre.»
Y desde aquella hora, el discípulo la recibió en su casa.

Palabra del Señor

Comentario al Evangelio
Virgen de los Dolores

No es Viernes Santo, pero la Virgen de los Dolores lo llena todo. Y evocamos la imaginería popular del Viernes Santo. Imágenes dramáticas o serenas, pero de madre afligida, siempre erguida.

Así la ve el pueblo: con lágrimas como perlas, con puñales que atraviesan el corazón, contemplativa al pie de la cruz, flanqueada por Juan y la Magdalena, con el hijo muerto en su regazo.

Lo importante, calar el misterio: en síntesis, llamarle a María Virgen de los Dolores es proclamar, a la vez, su maternidad universal y su colaboración a la Redención de Cristo.

La Madre del Crucificado

Toda la vida de María quedó atravesada por el dolor: la espada anunciada por Simeón, la persecución de Herodes, el destierro, el niño que se extravía, el progresivo distanciamiento del hijo de los lazos de la sangre para adentrarse en las cosas del Padre. Y la subida a la cruz.

Al pie de la cruz, llega la nueva Eva, la mujer obediente junto al “obediente hasta la muerte”. Es que ha llegado su hora, la que no había llegado en las bodas de Caná. Es la Madre que ha engendrado a la Víctima del sacrificio. La Virgen que, con entrañas de madre, queda asociada a Cristo en su Pasión y Muerte.

La liturgia del Viernes Santo presenta la cruz de la victoria, contempla a Cristo victorioso desde el madero de su suplicio. Así de glorioso, también, es el dolor de María.

La madre de tantos crucificados

Ahora nos toca a nosotros unirnos, de la mano de María, a Cristo en su Pasión. Y, desde el Crucificado, mirar a tantos hijos de Dios crucificados. Tanto dolor personal y social: los olvidados de todos, los llenos de miedos, los oprimidos por problemas económicos, los enfermos sin esperanza, los cansados de vivir, los privados de libertad, los condenados a muerte, los que perdieron un ser querido.

Nuestra espiritualidad no es dolorista ni sentimental. Contemplamos a María como a madre que se nos da desde la cruz -“He ahí a tu madre”- pero con la dimensión teologal de fe, esperanza y amor; la misma dimensión que llenó el papel de María como colaboradora de la Redención.

Finalmente, señalamos el ángulo eclesial. Del costado de Cristo en la cruz salió sangre y agua, salieron los sacramentos de la Iglesia. Y la Madre de la Iglesia estaba allí. Nunca faltará a la Iglesia la presencia de María en los momentos del dolor.
Liturgia Viva Nuestra Señora, la Virgen de los Dolores

Introducción
La gente que quiere llevar a cabo su misión en la vida frecuentemente tiene que pagar un alto precio por ello. Jesús continuó su misión de amor haciendo la voluntad del Padre para salvarnos, y por ello fue clavado en la cruz. El anciano Simeón había dicho a María, en el templo de Jerusalén, que un día sufriría por y con su Hijo. Cuando un hijo sufre, también la madre sufre. Sin embargo, ella también fue fiel a su misión de dar a Jesús al mundo. --- Cuanto más cercanos estamos al Señor, con frecuencia estamos más cercanos a su cruz.

Oración Colecta
Señor Dios nuestro:
Sabemos que las penas y sufrimientos
son inevitables en esta vida
para los que siguen a tu Hijo crucificado.
Danos suficiente confianza en ti
para mantenernos fieles
y para creer y esperar en tu amor
incluso en el abismo del sufrimiento.
Danos el valor de enfrentar y asumir
las dificultades de la vida
y de llevar los unos las cruces de los otros,
unidos a María, nuestra Madre Dolorosa,
en servicio de Jesucristo, nuestro Señor.

Oración sobre las Ofrendas
Oh Dios de nuestra felicidad:
Movidos por nuestra sabiduría humana
buscamos felicidad sin sufrimiento,
gloria sin sacrificio.
Pero, según tu sabiduría divina
-o locura, como San Pablo la llama-,
danos aquí y ahora a tu Hijo Jesucristo
para que nos haga comprender de nuevo
el profundo valor de la cruz.
Con María queremos servir a aquel
que es nuestro Señor, muerto y resucitado,
y nuestro Salvador, por los siglos de los siglos.

Oración después de la Comunión
Oh Dios nuestro, lleno de vida y amor:
En este santo banquete hemos celebrado
la muerte y resurrección de Jesús, tu Hijo,
y hemos proclamado que el sufrimiento y la muerte
son un doloroso, pero necesario camino
hacia la gloria y felicidad eternas.
Que esta eucaristía nos dé fortaleza
para sobrellevar las cargas pesadas de la vida
y para aprender de María, la Madre Dolorosa,
a estar de pie y cercanos a todos aquellos
en los cuales sufre tu Hijo y el suyo,
Jesucristo nuestro Señor.

Enlaces Parroquiales

Parroquia San Gines de Padriñan. Comunidad Parroquial.

"TRANSFORMANDO EL MUNDO HACIENDO IGLESIA"