En una sociedad marcada a menudo por una radical pluralidad, por una progresiva marginación de la religión de la esfera pública, por un relativismo que toca los valores fundamentales, es necesario un testimonio cristianos luminoso y coherente y un esfuerzo educativo cada vez más atento y generoso. Lo dijo el Papa al celebrar en la Basílica de San Pedro las vísperas con ocasión de la Jornada de la Vida Consagrada. Sepan orientar con la sabiduría de su vida y con la confianza en las grandes posibilidades de la verdadera educación, la inteligencia y el corazón de los hombres y las mujeres de nuestro tiempo hacia la vida buena del Evangelio. Religiosos y religiosas deben manifestar el primado de Dios, la pasión por el Evangelio practicado como forma de vida y anunciado a los pobres y a los últimos de la tierra.
Fuentes: H2ONews.