El valor pedagógico de la Confesión sacramental fue tratado por el Papa en el discurso a los participantes al curso promovido por la Penitenciaría Apostólica en estos días. En nuestro tiempo caracterizado por el ruido, la distracción y la soledad, el coloquio del penitente con el confesor puede representar una de las pocas, si no la única ocasión para ser escuchados realmente y en profundidad. Toda la confesión de los pecados educa al penitente a la humildad, al reconocimiento de la propia fragilidad y, al mismo tiempo, a la consciencia de la necesidad del perdón de Dios y la confianza de que la gracia divina puede transformar la vida. Del mismo modo, dijo el Papa, la escucha de las amonestaciones y los consejos del confesor es importante para el juicio sobre los actos, para el camino espiritual y la sanación interior del penitente.
Fuente: H2Onews.