"Queridos hermanos y hermanas, las imágenes del trágico terremoto y del posterior tsunami en Japón nos han dejado a todos fuertemente impresionados. Deseo renovar mi espiritual cercanía a las queridas poblaciones de aquel País, que con dignidad y valentía están afrontando las consecuencias de tal calamidad. Rezo por las víctimas y por sus familiares, y por todos aquellos que sufren a causa de estos tremendos acontecimientos. Animo a cuantos, con encomiable prontitud, se han comprometido para ayudarles. Permanezcamos unidos en la oración. ¡El Señor nos está cerca! Al saludarles esta mañana, les pido que se unan a mí en oración por las víctimas de la devastación reciente ocurrida en Japón" (BENEDICTO XVI - Angelus 13/03/2011).
UNÁMONOS TODOS Y RECEMOS UNA ORACIÓN POR TODAS LAS VÍCTIMAS.