Un nuevo Plan Pastoral nunca significa ruptura, siempre encierra en sí mismo aspectos de continuidad y novedad, tratando de responder a situaciones e interrogantes que se plantean en la pastoral diocesana. Los planes pastorales diocesanos tratan de poner el acento, por una parte, en las carencias, y por otra, en las urgencias pastorales, para así marcar unos objetivos prioritarios que hay que potenciar con especial dedicación. Señalan las opciones fundamentales a impulsar en la iglesia diocesana para ofrecer un mejor servicio evangelizador a los hombres y mujeres de esta sociedad.
Cierto es que en la actividad pastoral de la Diócesis hay objetivos y actividades de carácter permanente e irrenunciable. Por eso, el Plan Pastoral es un proyecto de prioridades y acentos. No refleja todas las tareas eclesiales que se realizan a diario pero destaca las actividades y actitudes que debemos potenciar.
Cierto es que en la actividad pastoral de la Diócesis hay objetivos y actividades de carácter permanente e irrenunciable. Por eso, el Plan Pastoral es un proyecto de prioridades y acentos. No refleja todas las tareas eclesiales que se realizan a diario pero destaca las actividades y actitudes que debemos potenciar.
El Plan Pastoral que se propone tiene un hilo conductor: “revalorizar la presencia de la Palabra de Dios en la pastoral de la Iglesia como fuente de una Nueva Evangelización”. La elección de este objetivo fundamental viene motivada por la publicación de la Exhortación Apostólica “Verbum Domini” del Papa Benedicto XVI.
Es un plan para toda la comunidad diocesana; el ámbito propio de programación, concreción y realización son las zonas pastorales, los arciprestazgos y las parroquias. Es necesario estudiarlo, analizarlo, darlo a conocer, programarlo en cada comunidad y ver la manera de llevarlo a cabo.
Díptico "Orar con la Biblia"