Entre todos los servicios parroquiales, el que más echo de menos es la abundancia de confesores en nuestras misas dominicales.
En este sentido pido a todos comprensión. No para que no os confeséis, si no para que hagáis un esfuerzo de asistir y remediar este vacío, tomando en cuenta los horarios que se señalan en carteleras y folletos.
Porque será muy difícil, casi imposible, que haya confesores durante todas las misas dominicales.
Por eso aprovechad al máximo los horarios que se os ofrecen para que nadie se quede al margen de este maravilloso sacramento.
Y, además, todos conocéis por la Hojita “Domingo”, las fechas de los retiros.
Podéis usar esas fechas para solicitar el sacramento cuando lo deseéis. Pero no pidáis lo que no podemos daros, con esta tremenda escasez de sacerdotes. A la hora de la misa si no hay más que un sacerdote para celebrarla, no pidáis que se os confiese. Bastante dolor tiene, sabiendo que durante la misa no habrá confesor. Si no tiene que salir corriendo a celebrar a otra parroquia, seguro que os atenderá después de la misa.
A todos bienvenidos, que os sintáis en casa y que entre todos, con vuestra caridad vivida con intensidad en la fe y la esperanza, hagamos fácil a los demás su encuentro con Cristo y con los hermanos.