Escribe nuestro Párroco. "¡Cómo mola la Cuaresma!"

El objetivo de la Cuaresma es “experimentar una relación más íntima y personal de comunión con Jesucristo”. ¡Como mola!

El Santo Padre, Papa Francisco, inicia su reflexión Cuaresmal de este año 2018, con este texto: “Una vez más nos sale al encuentro la Pascua del Señor. Para prepararnos a recibirla, la Providencia de Dios nos ofrece cada año la Cuaresma, «signo sacramental de nuestra conversión», que anuncia y realiza la posibilidad de volver al Señor con todo el corazón y con toda la vida”.

La cuaresma por tanto es signo de conversión. Y esta Conversión se logra a través de los tres medios que el mismo Papa sugiere en su exhortación: “la Iglesia, nos ofrece en este tiempo de Cuaresma el dulce remedio de la oración, la limosna y el ayuno”. 

Se piensa, a veces, que esto no está al alcance de todos. Nada más incierto. No solo está al alcance de todos, sino que resulta fácil y agradable realizar esta disciplina cuaresmal. Te invito a probar estas sugerencias y veras como lo que te digo es cierto.

1. La oración:
A. Practica la oración Litúrgica, que es la más importante de todas las oraciones. Si aún no lo está haciendo así, empieza ahora en la cuaresma, cada domingo. La Misa es la forma más alta de la oración cristiana. Durante la liturgia sagrada de la Misa, se realiza nuestra Redención, como enseña el C. Vaticano II.
Recuerdas el tercer Mandamiento de la Ley de Dios, - “¿Santificar las fiestas?” -, y el primero de los Mandamientos de la iglesia, - “¿Oír misa entera, todos los domingos y fiestas de guardar?”  -. Pues estos dos mandamientos conforman, para los católicos, la obligación que tiene todo ser humano de dar culto a su Creador y Señor.
La negativa a hacerlo es romper gravemente la caridad con Dios y su enviado Jesucristo. El rechazo de la Eucaristía, la Misa, supone rechazar también la Redención que se realiza en la misa. Cuando rechazamos la Misa, despreciamos y hacemos inútil todo el amor que Jesucristo nos demostró, derramando su sangre en la cruz por nosotros, por ti y por mí. 

Además, sabemos muy bien, como nos enseña la Iglesia, que cuando se tiene conciencia de pecado grave debemos ir a reconciliarnos con el Señor y con la Iglesia en la persona del confesor, que representa a Jesucristo y a la Iglesia, en el Sacramento de la Reconciliación. 

Por tanto, podemos hacer ya un primer:
  • Propósito I: Asistir a Misa cada Domingo viviéndola intensamente como si fuera la primera y la última.
  • Propósito II: Prepara una buena Confesión y veras como después de confesarte crece tu capacidad para entender y vivir mejor la Misa.
B.- Practica la oración mental o meditación. Dedica cada día un mínimo de 10 a 15 minutos a solas con Jesús para hablarle de nuestras cosas y escucharle atenta y devotamente. Y si se tiene como fondo la lectura de la Palabra de Dios, proclamada en la Santa Misa de ese día, mucho mejor. Te copio un texto de San Josemaría Escriva, que es un gran maestro de oración: “Hacia 1930, cuando se acercaban a mí, sacerdote joven, personas de todas las condiciones ―universitarios, obreros, sanos y enfermos, ricos y pobres, sacerdotes y seglares―, que intentaban acompañar más de cerca al Señor, les aconsejaba siempre: rezad. Y si alguno me contestaba: no sé ni siquiera cómo empezar, le recomendaba que se pusiera en la presencia del Señor y le manifestase su inquietud, su ahogo, con esa misma queja: Señor, ¡que no sé! Y, tantas veces, en aquellas humildes confidencias se concretaba la intimidad con Cristo, un trato asiduo con Él”. (Amigos de Dios, n. 244). ¿Te animas? Pues estamos listos para el:
  • Propósito III: Hacer un rato de oración personal cada día, con tiempo y hora señalada. Y persevera, no lo dejes por nada.
C.- Practica la oración vocal. La oración vocal juega un papel decisivo en la pedagogía de la plegaría, sobre todo en el inicio del trato con Dios y siempre. De hecho, mediante el aprendizaje de la señal de la Cruz y las demás oraciones vocales el niño, y con frecuencia también el adulto, se introduce en la vivencia concreta de la fe y, por tanto, de la vida de oración. No obstante, el papel y la importancia de la oración vocal no está limitada a los comienzos del diálogo con Dios, sino que está llamada a acompañar la vida espiritual durante todo su desarrollo. La oración vocal es la que se hace utilizando fórmulas preestablecidas tanto largas como breves (jaculatorias), bien tomadas de la Sagrada Escritura (el Padrenuestro, el Avemaria ...), bien recibidas de la tradición espiritual (el Señor mío Jesucristo, el Veni Sancte Spiritus, la Salve, el Acordaos, Bendita sea tu pureza, Ángel de mi guarda ...).
Repite esta oración de contrición a menudo durante todo el día: “Señor Jesucristo, Hijo de Dios, apiádate de mí, que soy un pecador”; o el acto de contrición, etc. Y ahí tienes el
  • Propósito IV: Rezar Jaculatorias, como la señalada, y otras, y hacerlo con frecuencia, así como Comuniones Espirituales, etc.

2. El ayuno:
A.- El ayuno que nos pide la Iglesia que es un mínimo nos invita en los días prefijados de Ayuno a desayunar un pan y un café (o algo similar), no tomar nada entre comidas, comer ligero (procurando que te quedes con un poco de hambre) y finalmente por la noche lo mismo un pan y un café(o algo similar).

El Ayuno, desde la vida espiritual, nos ayuda en dos áreas de nuestra vida. Por un lado, es la forma como la voluntad se entrena con la renuncia a cosas buenas, para en su momento poder rechazar las malas. Por otro lado, ejerce una acción misteriosa, que permite al alma abrirse de una manera particular a la gracia y a la presencia de Dios, es decir, el alma toma más gusto por las cosas de Dios. 

El ayuno obliga a los fieles católicos desde los 18 hasta los 59 años de edad. Este ayuno es obligatorio el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo. En cambio, la abstinencia obliga desde los 14 años y hasta el final de la vida. Obliga todos los viernes del año, especialmente los Viernes de Cuaresma. En cuanto a los Viernes no de Cuaresma la abstinencia se puede cambiar por otra mortificación. Las medicinas no rompen ni el ayuno ni la abstinencia.

Sigue leyendo, no te desanimes. Trata de hacer el
  • Propósito V: No levantarme de la mesa como un pagano, “cheo”. Levántate como un cristiano, habiendo comido lo conveniente o un poquito menos y ofrecido por alguien a quien quieres acercar a Dios.
B.- La penitencia voluntaria. Consiste en ir mas allá de los mínimos expuestos. Se trata de ofrecer, por amor a Dios y a nuestros hermanos, algún acto de servicio o de piedad que no nos está mandado ni exigido. De esa manera al mortificar nuestros apetitos nos unimos a la Pasión del Señor que tanto nos amó que entrego su vida por nosotros. La mortificación voluntaria va dirigida a hacer la vida agradable a los demás a través de pequeños servicios que no se notan. Pero además son una estupenda manera de hacernos señores de nosotros mismos en la lucha contra el pecado. Si somos capaces de vencer en lo pequeño por amor también venceremos en lo grande cuando llegue el momento de la tentación. De esa manera la mortificación voluntaria generalmente en cosas muy pequeñas nos une más a Jesús, nos ayuda a mostrarle nuestro amor, nos facilita la reparación y el desagravio por nuestros pecados y por los demás y nos da fuerzas para luchar contra las tentaciones y vencerlas. El que es fiel en lo pequeño también lo es lo grande. 

Así puedes estar dispuesto a empezar a crecer
  • Propósito VI: Busca algunas pequeñas cosas de las que privarte o hacer, porque no las hacías, con las que procuras servir a los demás sin que se den cuenta

3. La limosna:
A.- Esta disciplina cuaresmal de la Limosna nos ayuda a percibir al otro a mi lado en mi camino. Nos lleva pensar en los demás a no conjugar todos los verbos en la primera persona del singular.
El hombre ni esta solo fácticamente ni ha sido creado para vivir y caminar solo. Estamos llamados a implicarnos en la vida de los demás y especialmente en la vida de los más necesitados sean física, social o moralmente.

Muchos hermanos nuestros en estos días de cuaresma se implican personalmente en instituciones que dedican tiempo y recursos a ayudar a los más débiles en la sociedad, la nuestra y fuera de nuestras fronteras. Tenemos que aprender a ser sensibles, no solo algunos días del año, -o cuando salta a la prensa alguna tragedia humana-, sino siempre. Nos hace mucho bien implicarnos en la vivencia de las obras de misericordia. ¿Por cierto, sabes cuáles son?

B.- La iglesia de la que tú eres miembro si estas bautizado, no invento la caridad ayer con el papa Francisco. Desde el principio los cristianos lucharon por ser comunidad donde se vivía especialmente pendiente de ayudar al hermano. Es cierto que el Papa Francisco ha puesto esta realidad en el candelero.  Todos los cristianos sabemos que todos los bienes de la tierra, los tuyos y los míos también, los muchos o los pocos, tienen una carga social. Los bienes de la tierra tienen un destino universal, aun cuando tú seas en este momento el administrador, no el dueño absoluto.
  • Propósito VII: Piensa si durante esta cuaresma puedes ayudar a alguien, económicamente o personalmente, o las dos cosas; o visitar y ayudar a alguien en la cárcel o ayudar a Caritas; en este ayuntamiento hay tres centros de Caritas. O a alguna institución como Manos Unidas, Misiones, Cotolengo, Madre Teresa de Calcuta, etc. La meta pensar menos en ti mismo y en tus rollos y más en los demás y agrandar con alegría el corazón. 
EN RESUMEN
Puede no seas capaz de practicar todo lo que te he sugerido. Pero puedes hacer alguna de ellas. Al menos no lo eches en saco roto, no las ignores, dedica algo de tu tiempo a reflexionar y a pensar si realmente esto es para ti la gran oportunidad de tu vida.

¿Quieres que tu vida sea diferente? Entra en la Cuaresma. ¿Quieres experimentar la felicidad que sólo Dios puede dar, que es ligar por encima de cualquier tipo de placer terrenal? Si es así, es necesario, con la ayuda de la gracia de Dios, que te apliques a ponerlo por obra con determinación y persistencia para vivir el tiempo sagrado de Cuaresma en el mayor agrado de Dios.

La Cuaresma es como un campo de entrenamiento santo. Cultiva tu corazón y tu mente, prepara tu cuerpo y construye tu auto-dominio, así te enriquecerás espiritualmente para vivir una mayor intimidad con el Cristo resucitado, para tener una experiencia pascual fuera de serie. Es la Vida nueva que trae el Espíritu Santo que El Señor nos regala para dirigirnos a la felicidad que solo Él puede darnos.

Cuaresma es el tiempo en el que eres llamado a demostrar tu amor a Jesús. Es lo más a opuesto a la palabrería, a la apatía, a la tibieza, y a la indiferencia. Cuaresma te invita a la auto-atribución, a la dedicación, al compromiso y al abandono de ti mismo en Dios que es perfecto y Amor absoluto, Verdad, Belleza y Bondad.

El objetivo de la Cuaresma es comunión personal e íntima con Cristo. No hay sacrificio demasiado grande para tal regalo del Amor divino. Entrégate a Cristo y Él se entregará a ti. Vendremos a Él y haremos morada en él. El estará en ti y tú en El. Es una experiencia que altera y cambia la vida.
 
Es una experiencia que “mola mucho”



+ Monseñor D. Samuel G. T. (Párroco de la Parroquia San Ginés de Padriñán)

Enlaces Parroquiales

Parroquia San Gines de Padriñan. Comunidad Parroquial.

"TRANSFORMANDO EL MUNDO HACIENDO IGLESIA"