Un año más, una oportunidad para realizar la felicidad de la familia, si acompañáis a vuestros hijos. Ellos os lo agradecerán.
“Queridos padres, quisiera exhortaros encarecidamente a ayudar a vuestros hijos a creer, a acompañarlos en su camino hacia los Sacramentos de Iniciación, acompañarlos en su camino hacia Jesús Eucaristía y hacia la plenitud en el Espíritu Santo.
Os pido que vayáis con vuestros hijos a la Iglesia para participar en la celebración Eucarística del Domingo. Veréis que no es perder el tiempo; al contrario, es lo que mantiene verdaderamente unida a la familia, descubriéndoles de donde viene la fuerza de su amor y de su entrega, en esa vocación matrimonial. Cristo os unió en el amor y mantiene vuestro unión, gozosos en el amor a vuestros hijos.
Si participáis juntos en la liturgia dominical, el domingo resulta más hermoso, toda la semana resulta más hermosa.
Os pido que vayáis con vuestros hijos a la Iglesia para participar en la celebración Eucarística del Domingo. Veréis que no es perder el tiempo; al contrario, es lo que mantiene verdaderamente unida a la familia, descubriéndoles de donde viene la fuerza de su amor y de su entrega, en esa vocación matrimonial. Cristo os unió en el amor y mantiene vuestro unión, gozosos en el amor a vuestros hijos.
Si participáis juntos en la liturgia dominical, el domingo resulta más hermoso, toda la semana resulta más hermosa.
Y, por favor, rezad juntos también en casa: a la mesa y antes de acostarse. La oración no sólo nos lleva hacia Dios; también nos lleva a los unos a los otros. Es una fuerza de paz y de alegría. Si Dios está presente en ella y se experimenta su cercanía en la oración, la vida en la familia se hace más feliz y adquiere una dimensión mayor."
No hay alegría mayor que conocer a Jesús de la mano de los padres!
+Monseñor D. Samuel G. T., párroco de nuestra comunidad