Nos adentramos en un tiempo propicio para vivir la preparación de la salvación. Esta experiencia será realmente vivencial y afectuosa al sustentarse en un ejercicio de entendimiento y convivencia con el amor de Dios.
"Aquí estoy, mándame" (Lectura del libro de Isaias 6, 1-2a. 3-8)
Ver a Dios y amar a Dios es estar vivo. Es una vivencia, llena de luz, que nos envuelve y nos acompaña en el amor a Jesús.
Nuestra meditación, algo propio de los seres humanos, que describe la experiencia del que necesita concentrar, con recogimiento, lo que encuentra disperso en su interior y sabiamente lo retoma para iniciar el encuentro y el diálogo con Jesús.
"En aquel tiempo, la gente se agolpaba en torno a Jesús para oír la palabra de Dios. Estando él de pie junto al lago de Genesaret, vio dos barcas que estaban en la orilla; los pescadores, que habían desembarcado, estaban lavando las redes"... Y, Pedro y los otros discípulos: "dejándolo todo lo siguieron"; (Lc 5,1-11)
Esto requiere un acto de agradecimiento, reflexión, revisión, perdón y gracia que nos disponga a sentir la consideración sobre nosotros mismos, con el fin de comprender nuestra liberación.
Como se ha dicho, en un diálogo interior pleno de luz y auténtica relación con Jesús, al aceptar su invitación y disponernos a escucharle, como cristianos, para ser más agradables en su elección, "No me habéis elegido vosotros a mí, sino yo os elegí a vosotros"; (Jn 15,16).
De igual manera, la moción afectuosa de la voluntad será la esencia de la meditación, como identificación y unión con el Padre, "Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que quisiereis, y se os dará", (Jn 15, 7); en el encuentro con nuestro yo, al preguntarnos quien soy y cómo me siento salvado por Jesús, "Por la gracia de Dios, soy lo que soy", (Cor 15, 38. 11); razón última de todas las situaciones de la existencia, "Después de esto le encontró Jesús en el templo, y le dijo: Mira que has sido curado; no vuelvas a pecar, no te suceda algo peor", (Jn 5,14); porque las palabras del Señor constituyen el sentido de esta experiencia que vamos a vivir.
Con esta finalidad, estas vivencias personales nos ayudarán a preparar la mediación, la oración, desde el entendimiento y la memoria, para la decisiva salvación, al pensar que nos encontramos delante de Jesús, porque por el mero hecho de estar bautizados tenemos que vivir como Jesucristo y en Jesucristo para continuar su misión y extender su palabra de misericordia y justicia.
En consecuencia, recordaremos, serenamente, qué voy a contemplar y considerar, y qué motivos sólidos y humildes me impulsan, en mi estado de amistad, a vivenciar su Pasión y Resurrección, para darme fuerzas en la toma de decisiones con Cristo, "Ya no os llamo siervos [...] lo que oí de mi Padre os lo he dado a conocer" (Jn 15,15).
Sobre las bases de las ideas expuestas, con inicio de la conmemoración de la "Fracción del pan", es decir su "Cuerpo entregado y su Sangre derramada" en la Eucaristía, comenzamos a entender lo que somos y tenemos para compartir con nuestro prójimo y meditar mejor la pasión de Jesús, "Respondiole Jesús: Yo públicamente he hablado al mundo; siempre enseñé en las sinagogas y en el templo, adonde concurren todos los judíos; nada hablé en secreto"; (Jn 18-20); desde el amor y el servicio, pero sin reproches, ni compromisos o demandas, "Si alguno me sirve, que me siga, y donde yo esté, allí estará también mi servidor; si alguno me sirve, mi padre le honrará"; (Jn 12,26).
Igualmente, abordamos los sentimientos y nos desprendemos de lo material en la búsqueda de una actitud íntima, de adoración, de asunción sin recibir, pero con abnegación como preparación para una entrega definitiva de nuestro amor, como Él entregó su vida por nosotros y nos expresó su misericordia.
En la Pasión y Resurrección de Nuestro Señor, la oración la convertimos en una petición de compasión para sufrir con Cristo, desde nuestros sentimientos, su agonía, (Lc 22, 31-53).
Fernando López Rodríguez.
Secretario de la "Venerable Congregación del Divino Espíritu Santo y María Santísima de los Dolores". Dr. Filología. Dr. Ingeniería Industrial. Dr. Derecho y Ciencias Sociales.
Fuente: Revista Nazareno.