AVISOS IMPORTANTES
1.- Los Hermanos Cofrades del Nazareno y Santo Sepulcro, renuevan su COMPROMISO COFRADE” en una celebración ONLINE. Sera el Domingo V de Cuaresma, "Fiesta de la Cofradía" a las 19:00.
2.- El mismo Domingo día 29 de Marzo todos los católicos y demás ciudadanos de buena voluntad escucharemos ONLINE a nuestros Obispos que se dirigirán a toda la Iglesia española haciéndose partícipes, de los signos de los tiempos que el Señor quiere discernir con nosotros, jerarquía y fieles. Sera a la 22:30 a través de muchos medios de comunicación especialmente el Canal 13 y COPE.
3.- Durante esta semana diremos algunos recados sobre la celebración de la semana Santa online. Horarios y sitios donde podéis conectaros para vivir por TV la Semana santa.
4.- También os diremos como haremos con el agua bendita y los ramos que no podremos bendecir presencialmente, porque es IMPORTANTÍSIMO QUEDARSE EN CASA.
6.- El próximo Viernes es Viernes de los Dolores. Atención cofradía. Os diremos como lo vamos a hacer virtualmente.
Monición de entrada
Queridos hermanos, estamos a dos semanas de la Pascua. El domingo próximo ya será Domingo de Ramos, la puerta de la Semana Santa. Las lecturas de hoy nos preparan muy bien a la Pascua: nos ayudan a fijar nuestros ojos en Jesús, en su camino hacia la cruz y hacia la vida nueva. Sigamos pidiendo a Dios, y hoy de manera especial en esta misa, que nos permita prepararnos dignamente para la gran fiesta de la Pascua con Cristo, y atender la exhortación: «Volvamos al Señor; él nos dará la vida; viviremos ante él.»
Acto penitencial
- Tú. que has puesto la salvación del género humano en el árbol de la cruz: Señor, ten piedad.
R/. Señor, ten piedad.
- Tú. que padeciste por nosotros para que sigamos tus huellas: Cristo, ten piedad.
R/. Cristo, ten piedad.
- Tú, que, cargado con nuestros pecados, subiste al leño para que nosotros, muertos al pecado, vivamos en la justicia: Señor, ten piedad. R/. Señor, ten piedad.
Oración colecta
TE pedimos, Señor Dios nuestro, que, con tu ayuda, avancemos animosamente hacia aquel mismo amor que movió a tu Hijo a entregarse a la muerte por la salvación del mundo. Por nuestro Señor Jesucristo.
Lectura de la profecía de Ezequiel. Ez 37, 12-14
ESTO dice el Señor Dios: «Yo mismo abriré vuestros sepulcros, y os sacaré de ellos, pueblo mío, y os llevaré a la tierra de Israel. Y cuando abra vuestros sepulcros y os saque de ellos, pueblo mío, comprenderéis que soy el Señor. Pondré mi
espíritu en vosotros y viviréis; os estableceré en vuestra tierra y comprenderéis que yo, el Señor, lo digo y lo hago —oráculo del Señor—». Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 129, 1-2. 3-4ab. 4c-6. 7-8
V/. Del Señor viene la misericordia, la redención copiosa.
R/. Del Señor viene la misericordia, la redención copiosa.
V/. Desde lo hondo a ti grito, Señor; Señor, escucha mi voz,
estén tus oídos atentos a la voz de mi súplica. R/.
V/. Si llevas cuentas de los delitos, Señor, ¿quién podrá resistir?
Pero de ti procede el perdón, y así infundes respeto. R/.
V/. Mi alma espera en el Señor, espera en su palabra;
mi alma aguarda al Señor, más que el centinela la aurora.
Aguarde Israel al Señor, como el centinela la aurora. R/.
V/. Porque del Señor viene la misericordia, la redención copiosa;
y él redimirá a Israel de todos sus delitos. R/.
Lectura de la carta del apóstol San Pablo a los Romanos. Rom 8, 8-11
HERMANOS: Los que viven sujetos a la carne no pueden agradar a Dios.
Pero vosotros no estáis sujetos a la carne, sino al espíritu, ya que el Espíritu de Dios habita en vosotros. El que no tiene el Espíritu de Cristo no es de Cristo.
Pues bien, si Cristo está en vosotros, el cuerpo está muerto por el pecado, pero el espíritu vive por la justificación obtenida. Si el Espíritu del que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, el que resucitó de entre los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales, por el mismo Espíritu que habita en vosotros. Palabra de Dios.
Jn 11, 25a. 26 Yo soy la resurrección y la vida - dice el Señor- ;
el que cree en mí no morirá para siempre.
✠ Lectura del santo Evangelio según san Juan. Jn 11, 3-7. 17. 20-27. 33-45
EN aquel tiempo, las hermanas de Lázaro le mandaron recado a Jesús diciendo: «Señor, el que tú amas está enfermo». Jesús, al oírlo, dijo: «Esta enfermedad no es para la muerte, sino que servirá para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella». Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro. Cuando se enteró de que estaba enfermo se quedó todavía dos días donde estaba. Solo entonces dijo a sus discípulos: «Vamos otra vez a Judea». Cuando Jesús llegó, Lázaro llevaba ya cuatro días enterrado. Cuando Marta se enteró de que llegaba Jesús, salió a su encuentro, mientras María se quedó en casa. Y dijo Marta a Jesús: «Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá». Jesús le dijo: «Tu hermano resucitará". Marta respondió: «Sé que resucitará en la resurrección en el último día". Jesús le dijo: «Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre.
¿Crees esto?». Ella le contestó: «Sí, Señor: yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo». Jesús se conmovió en su espíritu, se estremeció y preguntó: «¿Dónde lo habéis enterrado?». Le contestaron: «Señor, ven a verlo». Jesús se echó a llorar. Los judíos comentaban: «¡Cómo «¡Cómo lo quería!». Pero algunos dijeron: «Y uno que le ha abierto los ojos a un ciego, ¿no podía haber impedido que este muriera?». Jesús, conmovido de nuevo en su interior, llegó a la tumba.
Era una cavidad cubierta con una losa. Dijo Jesús: «Quitad la losa». Marta, la hermana del muerto, le dijo: «Señor, ya huele mal porque lleva cuatro días». Jesús le replicó: «¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios?» Entonces quitaron la losa. Jesús, levantando los ojos a lo alto, dijo: «Padre, te doy gracias porque me has escuchado; yo sé que tú me escuchas siempre; pero lo digo por la gente que me rodea, para que crean que tú me has enviado». Y dicho esto, gritó con voz potente: «Lázaro, sal afuera». El muerto salió, los pies y las manos atados con vendas, y la cara envuelta en un sudario. Jesús les dijo: «Desatadlo y dejadlo andar». Y muchos judíos que habían venido a casa de María, al ver lo que había hecho Jesús, creyeron en él. Palabra del Señor.
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