Escribe el Párroco: "Dadles vosotros de comer"

Los evangelios retratan con frecuencia a Jesús acogiendo a to-dos, predicando el Reino de Dios con paciencia y curando a los enfermos. En esta ocasión - el milagro de la multiplicación de los panes y los peces - el Señor se preocupará también de sus necesidades materiales. Como explica el Papa Francisco, “su compasión no es un vago sentimiento; (...) Jesús nos ama mucho, y quiere estar con nosotros. Según llega la tarde, Jesús se preocupa de dar de comer a todas aquellas personas, cansadas y hambrientas y cuida de cuantos le siguen”.

Jesús aprovecha esta ocasión para enseñar a su discípulos como hay que servir a las almas. Se va con los discípulos en barca, buscando un lugar desértico. Pero la muchedumbre, al enterarse, se que fue allí a pie, recorriendo un largo camino. Jesús, al desembarcar, “se compadeció de la muchedumbre y curo a los enfermos”. Se compadeció. San Mateo usa el mismo verbo que uso para expresar el dolor de Jesús cundo murió Lázaro, su amigo. Es el mismo verbo que se usa para expresar el dolor de una madre. Se puede traducir por, “se le rompió el corazón”, “se le cayó el corazón a pedazos”, “se le despedazo el corazón”. Como dice el Papa, “ciertamente no es un vago sentimiento”. De hecho, se remanga y se dispone a solucionar el problema: están en un descampado, lejos de todo y con apenas unos panes y unos peces. Y tiene que dar de comer a una multitud hambrienta que lleva mucho tiempo sin probar bocado.

Sí,... ¿no os parce que, como a Jesús, también a nosotros nos toca resolver problemas gordos, con muy poquitos medios? ¿Cómo hizo Jesús? Primero contó con los demás: confió en ellos: "dadles vosotros de comer"; segundo, reúne a quienes pueden ayudar, es decir los que tenían los panes y peces; y en tercer lugar cuenta con la Providencia, cuenta con el Padre Dios. Toma los pocos panes y peces en sus manos, levanta los ojos al cielo, los bendice y los reparte con total generosidad, entre 5.000 personas, que comen hasta quedar satisfechos. Pero hay otros aspectos en este milagro que debemos resaltar. Hay en esta narración mucho sabor a Eucaristía. Al acercarnos descubrimos que la escena está cargada de significado eucarístico. Por un lado, Jesús alimentó a la muchedumbre en un lugar desértico. Así recordaba y actualizaba la experiencia amorosa de Dios con su pueblo en el desierto, donde lo alimentó con el misteriosos Maná que bajaba del cielo, cada día (cfr. Ex 16,1ss), preludio del verdadero pan bajado del cielo, que es la Eucaristía (cfr. Jn 6,30ss).

Por otro lado, los gestos de Jesús sobre los panes − “levantó los ojos al cielo y pronunció la bendición sobre ellos, los partió y empezó a dárselos” (v. 16) −, recuerdan los gestos que hacía el cabeza de familia en las casas de Israel y prefiguraban los gestos que hizo Jesús al instituir la Eucaristía en la última cena (cfr. 1Co 11, 23-26; Mc 14,12-26; Mt 26,17-20 y Lc 22,7-39). Los mismos gestos que hizo, resucitado, estando a la mesa con los de Emaús (cfr. Lc 24,30). Los mismos. en definitiva, que repetirá cada sacerdote en la Santa Misa, cada día.

¡Que mayor servicio podría prestar el Señor a la humanidad! Se quedó con nosotros, para siempre, en la Eucaristía, mientras haya sacerdotes.

Sí, ¡mientras haya sacerdotes! Si no hay sacerdotes, no hay Eucaristía. ¿Quieres unirte a otros muchos fieles, que se están anotando al “Club de Fans de la Oración por las vocaciones”?

En este tiempo de Covid. 19, ¡cuanto necesitamos aprender a servir a nuestros hermanos!.

Que siempre resuene en nuestro corazón el mandato del señor: “dadles vosotros de comer”. Al caminar al lado de mis hermanos, ¿estoy siempre abierto a servir, a compartir, a dolerme con ellos, a tratar de aliviar sus cargas, a no perjudicar su salud cumpliendo las normas sanitarias aunque me cueste...?

+Monseñor Don Samuel G. T.
Párroco de San Ginés de Padriñán



Enlaces Parroquiales

Parroquia San Gines de Padriñan. Comunidad Parroquial.

"TRANSFORMANDO EL MUNDO HACIENDO IGLESIA"