El verano es un tiempo bien hermoso para aprender a detenernos, a apagar el teléfono móvil para mirar a los ojos a las personas, a cultivar el silencio, a contemplar la naturaleza, a regenerarnos en el diálogo con Dios. Si nos mantenemos en contacto con el Señor y no anestesiamos la parte más profunda de nuestro ser, las cosas que hemos de hacer no tendrán el poder de dejarnos sin aliento y devorarnos.
Los nuevos horarios de verano empiezan el sábado 6 hasta el 31 de julio.
- DÍAS FESTIVOS
- Sábados: 20:00 y 21:00 h.
- Domingos: 10:00, 20:00 y 21:00 h.
- DIAS LABORABLES (Lunes a Sábado A.M.)
- Templo pequeño: 09:00, 10:00 y 21:00 h.
- Templo parroquial: 10:00 y 20:00 h.
CONFESIONES