En la Biblia se alude habitualmente a él bajo el nombre de Jacobo, término que pasó al latín como Iacobus y derivó en nombres como Iago, Tiago Jaime y Santiago (sanctus Iacobus). Santiago era de Betsaida, villa situada al N.E. del Mar de Galilea. Hijo de Zebedeo y de Salomé, era hermano de Juan, otro de los discípulos de Jesús. Antes de seguir al Maestro, era pescador, como su padre.
San Mateo y San Marcos refieren que la llamada del Maestro se produjo cuando "estaban arreglando las redes en el barco", y a continuación de la llamada a Simón-Pedro y Andrés, otros dos hermanos, también pescadores.