"La espera alegre de la venida del Salvador que se ha hecho hombre, semejante a nosotros, llene nuestros corazones de esperanza y de paz".
Llenos de esa esperanza y de paz ofrezcámosle una Novena a Ntra. Sra. de la "O" y el Divino Niño.
"La espera alegre de la venida del Salvador que se ha hecho hombre, semejante a nosotros, llene nuestros corazones de esperanza y de paz".
Llenos de esa esperanza y de paz ofrezcámosle una Novena a Ntra. Sra. de la "O" y el Divino Niño.
Pronto llegará la festividad de la Inmaculada Concepción el próximo 8 de diciembre. Preparémonos ante la llegada de nuestra Madre del cielo, conozcámosla, agradezcámosle a nuestra Señora en su Novena a la Inmaculada:
Próxima está la fiesta de la Virgen de la Medalla Milagrosa, que celebraremos el 27 de noviembre. Desde la parroquia nos gustaría que todo el mundo pudiera acceder a esta gran novena y que pidamos la intercesión de la Madre de Dios que quiso que su imagen quedara acuñada en un humilde objeto como signo de su maternal cuidado y protección.
O pasado mércores, 4 de novembro, o Diario Oficial de Galicia publicou o decreto 179/2020, polo que se adoptan medidas no territorio da Comunidade Autónoma de Galicia para facer fronte á crise sanitaria.
A causa de la epidemia de "covid-19" y por mandato especial de Su Santidad el Papa Francisco, este año, con el fin de evitar aglomeraciones en nuestros cementerios:
a.- La indulgencia plenaria para los que visiten un cementerio y recen por los difuntos aunque sólo sea mentalmente, establecida por regla general sólo en días concretos del 1 al 8 de noviembre, podrá ser trasladada a otros días del mismo mes hasta que acabe.
El lunes 12 de Octubre, celebramos la Solemnidad de "Nuestra Señora del Pilar". La misa será en el Templo Pequeño a las 12:00 horas.
En ella, encomendaremos a la Benemérita Guardia Civil, y celebraremos el día en que la Virgen se trasladó a España para dejarnos una fe “firme y segura como aquella una columna que le entrego la Madre de Jesús”, a nuestro Santiago Apóstol.
Sin embargo, tan pronto como las circunstancias lo permitan, es necesario y urgente volver a la normalidad de la vida cristiana, que tiene como casa el edificio de la iglesia, y la celebración de la liturgia, particularmente de la Eucaristía, como «la cumbre a la cual tiende la actividad de la Iglesia y al mismo tiempo la fuente de donde mana toda su fuerza...» (Sacrosanctum Concilium, 10).